El Unión parece que comienza a retomar el vuelo como si de una paloma malherida se tratase. Con el orgullo tocado por algunos partidos anteriores en los que no tuvieron muy buena suerte, los irundarras lograron sacar adelante un encuentro que se les puso en contra para conseguir la primera victoria en casa y dar continuidad al triunfo de la semana pasada.

Los aficionados y los jugadores txuribeltz tendrán un buen despertar hoy con el décimo puesto reflejado en la tabla clasificatoria. Pero, además de la alegría que supone ese triunfo, la plantilla dirigida por Iñaki Alonso ha logrado también esa confianza que se necesita para jugar en Segunda.

Y es que este equipo se gusta. La mayoría de los minutos fueron para los guipuzcoanos, que de nuevo volvieron a ofrecer un juego exquisito, de toque, y, cuando era necesario, de choque, valor y coraje.

A pesar de ello, la plantilla del Unión tuvo que amoldarse a los cambios realizados por el técnico en el once inicial. Al equipo le costó varios minutos acoplarse, y un error en defensa hizo que Ulloa marcase el primer gol del Castellón en ese periodo de tiempo. El delantero remató de cabeza una falta lanzada desde el centro del campo.

Este duro mazazo tocó la moral de los irundarras, que enseguida se pusieron el buzo de trabajo para tomar el mando del encuentro. Tras varias ocasiones locales, en el minuto 36 llegó la clave del partido. El conjunto castellonés se quedó con diez hombres por la expulsión de su guardameta Carlos Sánchez, que soltó un manotazo dentro del área a Gorka Brit cuando se disponían a sacar un córner.

Seis minutos después, Abasolo marcaba un golazo -posiblemente el mejor de la sexta jornada- desde fuera del área con su pierna izquierda tras una excelente triangulación por la derecha de Descarga, Quero y Brit.

Sentencia

La lata estaba abierta y los unionistas se volcaron al ataque en busca del segundo tanto, que se produjo en el 68, gracias al gol de Brit, que le daba la puntilla al excelente trabajo realizado durante todo el partido.

En la recta final del choque, el Castellón adelantó líneas en busca del empate, lo que le permitió al Unión salir a la contra y contar con un buen número de ocasiones para sentenciar y acabar goleando, algo que no logró hasta el minuto 90 gracias a Goikoetxea.

La falta de gol de la que hace varias semanas tanto se hablaba, debe dar paso a la regularidad y, visto que las rotaciones funcionan y dan sus frutos, la plantilla tiene motivos para seguir más motivada que nunca.