La activista de derechos humanos saharaui Aminetu Haidar, miembro del Colectivo de Defensores Saharauis de los Derechos Humanos (CODESA), pidió a la comunidad internacional que «salve la vida» de los siete activistas que fueron detenidos el pasado día 8 a su llegada al aeropuerto de Casablanca procedentes de los campos de refugiados de Tinduf (Argelia), donde visitaron a sus familiares. La detención fue ordenada por la Fiscalía General marroquí, que les acusó de haberse puesto «en contacto con partes hostiles a Marruecos, perpetrando así un atentado contra los intereses superiores de la nación».

Los detenidos, de los que no se tuvo conocimiento durante una semana y cuya acusación aún se está preparando, podrían ser condenados a entre 15 y 20 años de prisión o la pena de muerte por delitos como «traición a la patria» o «espionaje».

Haidar denunció la violación por parte de Marruecos del derecho a la libertad de movimiento y exigió la excarcelación de los arrestados así como de todos los presos políticos saharauis y que les devuelvan su documento de identidad.

Asimismo, pidió a la comunidad internacional que «salve la vida» de estas personas y a la Misión de la ONU que «asuma su responsabilidad» de proteger a los saharauis. Subrayó que la represión marroquí se «ha intensificado» y afirmó que «estas violaciones están vinculadas con el derecho de decidir».