Si Lezama es la perla del Athletic, qué no podrá decir el Sporting de Mareo -o, de manera oficial, la Escuela de fútbol Ángel Viejo Feliú-, base de su subsistencia deportiva y económica.

La otra cantera rojiblanca lleva a pleno rendimiento casi cuarenta años, desde que naciera en los setenta con el Athletic como uno de los actores implicados en su puesta en marcha. Desde entonces ha visto crecer a grandes futbolistas, pero también se ha convertido en la tabla de salvación del club en más de una ocasión.

Dos nombres resultaron fundamentales en la creación de Mareo. El de Branc Zebec, que en 1973 llegaba para sentarse en el banquillo del Sporting y se marchaba casi de inmediato, disgustado ante las paupérrimas condiciones para el trabajo semanal. El otro fue el del entonces presidente Ángel Viejo, que captó el mensaje y dio un paso adelante. Pero hacía falta dinero y se sumaron otros dos actores: Ignacio Txurruka y el Athletic, que pagó cincuenta millones de pesetas por el fichaje del zarauztarra. Un dinero que, cinco años después, se transformaba en la Escuela de fútbol de Mareo.

No es de extrañar que hoy en día lleve el nombre de Ángel Viejo, porque aquel proyecto acabó convirtiéndose en el pilar fundamental del Sporting. Allí aprendieron a tocar el balón Luis Enrique, Ablanedo, Abelardo -actual entrenador del filial rojiblanco-, Juanele, Angulo o David Villa. Jugadores que, en algunos casos dieron muchos puntos al club sobre el césped, en otros cuantos mucho dinero con sus traspasos, y en alguno más ambas cosas.

No es el único -ni siquiera el principal- motivo por el que Mareo ha resultado fundamental en la recuperación institucional que está intentando culminar el Sporting, después de que la pésima gestión estuviera en un tris de condenarle a la desaparición. En 2001, el Ayuntamiento de Gijón echó un cable al club adquiriendo por 1.525 millones de pesetas las instalaciones -también abonó otros 500 por el «nombre» y las «marcas» Sporting-, que la entidad rojiblanca utiliza ahora en régimen de alquiler y que podría recomprar antes de 2011 por un precio similar.

Reconocimiento

El cambio de titularidad no parece haber influído en el rendimiento de la escuela, que sigue surtiendo de jóvenes valores al primer equipo rojiblanco. Por necesidad o por convicción, Manolo Preciado tampoco ha dudado en echar mano de la cantera, que ya tuvo algo que decir en el ascenso y que la pasada temporada obtuvo, incluso un reconocimiento: el Sporting -y, por extensión, su entrenador- fue galardonado en los Futbol Draft como el equipo de Primera que más jugadores de categorías inferiores hizo debutar durante la campaña.

La aportación parece haber decrecido con la marcha de Sergio Sánchez, Raúl Cámara, Jorge y Noel Alonso, pero sigue siendo importante. Media docena de integrantes de la primera plantilla rojiblanca -Cote y Luis Morán, ganadores de la Copa de Campeones juvenil de 2004 con el Sporting, Canella, Pedro, Michel y Lora- crecieron en el Mareo y casi todos cuentan habitualmente para su entrenador. Y, de momento, tienen a su equipo con los mejores.