Las pesquisas que lleva a cabo la Comisión de Quejas Electorales (ECC) sobre los supuestos fraudes en las elecciones presidenciales afganas del pasado 20 de agosto podrían reducir al 47% el porcentaje de votos obtenidos por el presidente del país, Hamid Karzai, lo que le obligaría a acudir a una segunda vuelta, según informaron fuentes próximas al caso citadas ayer por el diario estadounidense «The Washington Post».

Pese a que ayer era el día marcado por la ECC -órgano constituido bajo el amparo de las Naciones Unidas- para hacer públicos los resultados de sus investigaciones, un «alto responsable americano» declaró al rotativo estadounidense que los resultados definitivos de la primera vuelta podrían conocerse «el domingo o el lunes».

Los resultados preliminares de la Comisión Independiente Electoral (IEC) otorgaron la victoria a Karzai con un 54,6% de los votos, frente al 27,8% obtenido por su principal rival, el antiguo ministro afgano de Exteriores Abdullah Abdullah.

La Constitución afgana precisa que si ningún candidato alcanza la mayoría absoluta, es obligatoria una segunda vuelta.

El jueves, el embajador afgano en Estados Unidos, Said Tayeb, afirmó que era «probable» la celebración de una segunda vuelta; ésta es la primera vez que una fuente cercana al presidente Karzai mencionaba públicamente esta hipótesis.

Sin embargo, advirtió de que será «imposible» que la segunda vuelta se lleve a cabo en el plazo de dos semanas exigido por la Carta Magna a partir de la certificación oficial de los resultados. En todo caso, «aplazarlo hasta la primavera sería un desastre», alertó el embajador, por lo que alertó sobre la necesidad de que los comicios se celebren en el plazo de un mes para no prolongar la incertidumbre.

«A principios de noviembre es plazo ideal porque después el frío se hará extremo», añadió.

A su modo de ver, la situación electoral «ha creado mucha confusión, indecisión y complica aún más las relaciones» de Afganistán con el mundo exterior.

Los votos, en Kabul

«The Washington Post» recogió en sus páginas las declaraciones de «una fuente oficial americana en Afganistán», que aseguraba que ya se habían enviado las papeletas de voto con los nombres de los dos candidatos, impresas en Londres, con objeto de esa segunda vuelta.

Del mismo modo, la fuente precisa que dichas papeletas se encontrarían en manos de la misión de la ONU en Kabul.

El pasado martes, el presidente Hamid Karzai reconoció que en las pasadas elecciones a la Presidencia afgana hubo casos de fraude, pero señaló que no fueron a gran escala y no creyó necesaria la celebración de una segunda vuelta.

También acusó a algunos medios de comunicación y autoridades de países occidentales de exagerar las irregularidades.

Al día siguiente, el ex diplomático estadounidense Peter Galbraith -quien fuera el número dos del representante de la ONU para Afganistán, Kai Eide, hasta que el mes pasado le retiraron del cargo por sus discrepancias con éste respecto al fraude- declaró que Karzai probablemente no llegue al 50% de los votos cuando se anuncien los resultados del recuento y señaló que la segunda vuelta de los comicios podría celebrarse «antes de la primera semana de noviembre, lo cual aún es posible por lo que respecta a la meteorología».

El jueves, Abdullah compareció para reclamar una segunda vuelta que garantice la credibilidad del proceso electoral.