Caparrós tendrá que echar mano del filial
A.U.L. | BILBO
El parte de bajas no decrece en Lezama, con lo que Joaquín Caparrós tendrá que echar mano del filial para completar la convocatoria.
Con Ustaritz sancionado, Muniain con la selección española y otros siete jugadores de baja por lesión -Zubiaurre, Aitor Ocio, Muñoz, David López, Yeste, Ion Vélez y Díaz de Cerio-, al técnico rojiblanco sólo le quedan 17 futbolistas disponibles, incluyendo al recuperado Pablo Orbaiz y a Oscar de Marcos, que regresa tras el Mundial sub20.
A falta del entrenamiento que dirija esta mañana, parece que el técnico tiene definidos sus planes, que pasan por alinear ante el Sporting a Iraizoz; Iraola, Etxeita, Amorebieta, Koikili; Susaeta, Javi Martínez, Gurpegi, De Marcos; Joseba Etxeberria y Llorente. Es decir, cuatro caras nuevas respecto al once que viajó a Valladolid, incluyendo a un Joseba Etxeberria, que se reconocía satisfecho por el reparto de minutos que está realizando Caparrós esta temporada.
Aunque no habló a nivel personal, el elgoibartarra sí destacó el nuevo planteamiento del técnico y su reflejo en el estado de la plantilla. «Este año está rotando más y eso hace que todo el mundo esté alerta y preparado para intentar mantener el nivel del equipo sin que se noten los cambios», subrayó.
Lo que tiene claro Etxeberria es que «juegue quien juegue» mañana, debe saltar al césped de San Mamés con dos exigencias. Una, «intentar jugar bien», porque «ya hemos demostrado que podemos hacerlo»; la segunda, más importante aún, «lograr la victoria. Nos colocaría en una zona muy buena de la clasificación y además, nos daría mucha confianza para los próximos partidos». El capitán rojiblanco, además, cree que la exigencia aumenta por el escenario del encuentro. «Tenemos que ser fuertes en casa, San Mamés tiene que ser nuestro principal argumento. Fuera de casa solemos tener opciones y tenemos recursos para conseguir puntos, pero tenemos que hacernos fuertes en San Mamés», insistió.
En lo que respecta al Sporting, el ariete lo considera un equipo «incómodo», que «se ha reforzado muy bien» y que se siente especialmente a sus anchas «fuera de casa, con espacios, porque tiene mucha movilidad».
El reto de Preciado
Los halagos también llegaron en sentido contrario. Manolo Preciado, de hecho, aseguró ayer que «entrenar al Athletic es uno de los pocos retos que me quedan».
El técnico sportinguista destacó que la plantilla bilbaina «tiene pocos cambios, tiene futbolistas que llevan mucho tiempo juntos y que cada temporada lo hacen mejor», a los que hay que añadir «muchos jugadores jóvenes de gran proyección y capacidad de mejora». No cree Preciado que vaya a acusar las bajas «porque la mayor parte de sus futbolistas clave estará en el partido».