Carlos AZNÁREZ (2009/10/15)
Otra vez la dictadura española detiene a luchadores vascos
(...) no se trata de la dictadura hondureña, ni lo que ocurre habitualmente con el pueblo de Haití, tampoco es la moneda corriente que reciben quienes luchan en Iraq, Afganistán o en Palestina contra ejércitos de ocupación. Esto que ahora denunciamos, aunque sea repetido decirlo, ha vuelto a suceder en medio de la Europa que se reclama regida por gobiernos democráticos. Nuevamente el accionar represivo español (de común acuerdo con el que ejerce el gobierno francés) ha llevado a cabo un operativo de envergadura contra el nacionalismo revolucionario vasco. (...) de la mano del superjuez y de los tribunales franquistas de excepción, la dictadura española atacó y detuvo a quienes venían expresando desde hace tiempo, la necesidad de encaminar -para bien de Euskal Herria y también de españoles y franceses- una propuesta política que ponga fin a tantos años de dolor y muerte, donde los principales perjudicados son los hombres y mujeres que habitan en el Pais Vasco (...). A Arnaldo Otegi, Rafa Diez y sus compañeros y compañeras ahora apresados se los acusa, como suele hacer Garzón, de ser «la nueva cúpula de Batasuna», cuando no son cúpula de otra cosa que la necesidad de liberar a Euskal Herria de tanto opresor y autoritario, y eso no es nada grave, sino lo mínimo que puede hacer un ciudadano con dignidad y conciencia de Patria, después de soportar año tras año la violencia y el terrorismo estatal en contra de sus postulados democráticos. (...) No definirnos en momentos tan graves para el pueblo vasco, sería no ser coherentes con lo que siempre proclamamos y que tiene que ver con nuestra adhesión en teoría y práctica a lo que proclamara hace más de 40 años, el comandante Ernesto Guevara: «si nos duele la injusticia en cualquier parte del mundo», reaccionar frente a ella no es una excusa, sino una obligación.