Roberto Jiménez consuma la ruptura con NaBai y deja al PSN en minoría en Burlata y Erriberri
El secretario general del PSN, Roberto Jiménez, anunció ayer que la ruptura de su partido con NaBai significa que los concejales de esta coalición dejan de pertenecer al gobierno municipal en los dos únicos ayuntamientos en que gobiernan de forma conjunta, Burlata y Erriberri.
I.V. |
Roberto Jiménez intervino ayer ante el Comité Ejecutivo Regional del partido para justificar la ruptura con NaBai, si bien en el trasfondo de esta situación se encuentra la izquierda abertzale. En primer lugar, Jiménez reconoció que los alcaldes de Burlata y Erriberri, José Muñoz y María Carmen Ochoa, respectivamente, van a tener «un devenir complicado». Posteriormente, ambos alcaldes declararon que comparten esta decisión.
Tras admitir que «en algún caso podemos estar incurriendo incluso en injusticias», el líder del PSN explicó que en las localidades donde había acuerdos con NaBai pero no se compartía gobierno, a partir de ahora su partido no va a acordar posiciones previamente a los plenos. También aseguró que romper con NaBai «no supone acercarse a UPN» y que «ni UPN ni PP van a condicionar» sus posiciones en esos plenos.
«Creciente radicalización»
La resolución que da por rotos los acuerdos con NaBai en los ayuntamientos fue aprobada en el Comité Ejecutivo Regional del PSN por el 99,5% de los votos a favor (un único voto en contra).
Según se recoge en dicha resolución, la ruptura se debe a la «creciente radicalización de la coalición, que se ha visualizado en un evidente acercamiento y relación de connivencia con los miembros de la ilegalizada ANV».
Roberto Jiménez había justificado la ruptura diciendo que NaBai «no apoya a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado ni al propio Estado de Derecho», que en Berriozar «ANV exhibió fotitos de presos y el alcalde miraba a otro lado», y que en Atarrabia llegó «la gota que colmó el vaso», en alusión al hecho de que la izquierda abertzale lanzase el chupinazo pese a que el propio Jiménez intentó evitarlo en actitud provocadora.
«ANV exhibió fotitos de presos en Berriozar y el alcalde miraba a otro lado. Y en Villava fue la gota que colmó el vaso», afirma el líder del PSN para justificar ante su partido la decisión, al tiempo que niega acercamientos a UPN.