Pocas horas después de que se hiciera pública la sentencia del Supremo, que ratificaba las condenas impuestas en setiembre de 2008 por la Audiencia Nacional, el tribunal especial español ordenaba el arresto de los ocho encausados en el sumario 33/01 que permanecían en libertad condicional. A todos ellos se les ha confirmado la pena de 8 años de prisión tras un fallo que avala la teoría del «todo es ETA».

Una de las primeras detenciones de las que se tuvieron conocimiento fue la de Ainhoa Irastortza, a las 20.30, en su domicilio de Ordizia por parte de la Ertzaintza. Más tarde, en esa misma localidad, la Policía autonómica apresaba a Gorka Zulaika. Ayer, una concentración al mediodía reunió a 100 personas, que fueron 300 en una manifestación a la tarde.

Poco tiempo después, de nuevo eran los policías a las órdenes de Rodolfo Ares quienes se dirigieron hasta la casa de Jagoba Terrones, en el barrio getxoztarra de Algorta, para cumplir con el mandato de los jueces españoles. Al igual que había sucedido en Ordizia, los agentes empujaron al centenar de personas que se había congregado para mostrar su apoyo a Terrones. Hoy, a las 13.00, hay convocada una manifestación de protesta en Berango.

En Gasteiz, era la Policía española la que apresaba a Iker Zubia para enviarlo a la cárcel. En la capital vizcaina arrestaron también a la noche a Jon Imanol Beaskoa y en su domicilio de Donostia a Aratz Estomba. Para denunciar este último arresto ayer a la tarde, en Gros, hubo una movilización en la que participaron 200 personas. Del último que se tuvo conocimiento de su detención fue del iruindarra Josu Beaumont a manos de la Policía española.

También ayer a la tarde la agencia Efe, en base a información aportada por «fuentes penitenciarias», señaló que tres de los miembros de Gestoras pro-Amnistía y Askatasuna apresados habían ingresado el viernes en la cárcel de Martutene, dos en Basauri y uno en Langraiz, mientras en Iruñea uno lo hizo ayer a la mañana.

Al mediodía, por otro lado, tuvo lugar en la plaza Santi Brouard de Galdakao el recibimiento de Aitor Jugo, el único de los procesados al que el Supremo modificó la pena. Los magistrados lo absolvieron por falta de pruebas después de que llevase 13 meses en la prisión de Valencia para cumplir una condena de 10 años.

Unas 250 personas participaron en el acto político y posterior comida popular para recibir a su vecino, que fue puesto en libertad el 5 de octubre por orden de la Audiencia Nacional. Ese día, a la noche, la Policía autonómica cargó contra los galdakoztarras que aguardaban en la herriko taberna su llegada. En Hondarribia 45 personas se movilizaron ayer por los presos; el viernes en Mundaka 31.

Veinte han sido los procesados condenados por el delito de «integración en organización terrorista», una vez que el Supremo ha avalado la teoría del «todo es ETA» ideada por el juez Garzón y asegura que existen pruebas para afirmar que Gestoras pro-Amnistía y Askatasuna son «una pieza más en el mosaico del terrorismo vasco».

En una sentencia de 120 páginas señalan que estos colectivos «constituyen una organización terrorista como asociaciones ilícitas» y que existe una «subordinación jerárquica con los objetivos políticos de ETA». El Tribunal argumenta que aunque Gestoras ni Askatasuna no realizan actos violentos, «sus miembros participan en la amplia y coordinada actividad desplegada por el terrorismo».

Según justifican, el trabajo de solidaridad con los presos políticos vascos desarrollado por el movimiento pro-amnistía consiste en «mantener la cohesión de un grupo tan sensible como el colectivo de presos», mientras denunciar la represión sirve para «infundir terror a los enemigos de ETA».