Con motivo del Día Internacional contra la Pobreza diversos colectivos se movilizaron ayer e hicieron públicos manifiestos que coincidieron en el mensaje de que la pobreza sólo se puede erradicar dando la vuelta al sistema que la genera, al mismo que concentra la riqueza en unas pocas manos, según denunciaron.

Elkartzen destacó que organismos oficiales cifran en 1.020 millones las personas que sufren desnutrición en el mundo, «100 millones más que el año pasado». Sólo en la Unión Europea, más de 80 millones de personas están por debajo del umbral de pobreza y en Euskal Herria más de 90.000 personas no alcanzan ese umbral, según el mismo colectivo. Es más,subrayó que «muchas personas que creían que no se encontraban en esa situación han tenido que recurrir a la beneficencia».

Con este escenario de fondo y tras constatar que son las necesidades de las élites económicas y políticas las que guían la política económica, Elkartzen hizo un llamamiento a acabar con un sistema social injusto desde la soberanía económica.

«El 17 de octubre no ha de ser un día de resignación, ha de ser un punto de inflexión, un punto de partida en la acumulación de fuerzas en la toma de conciencia de nuestra situación, un punto de partida en la transformación social», remarcó.

«¿Para cuándo la vacuna de la pobreza?» fue el lema que presidió la manifestación de Gasteiz, en la que centenares de personas expresaron que su fin «sigue siendo posible»,

Las organizaciones convocantes, una docena de colectivos entre los que se encuentran los sindicatos ELA, ESK, y STEE-EILAS, manifestaron que «tal y como ha demostrado la crisis, el sistema neoliberal actual ha tocado fondo y es el momento de construir un futuro y un mundo más justo y solidario donde la economía sea considerada un medio y no un fin». Pusieron de relieve que el hecho de que mil millones de personas en el mundo vivan con menos de un euro al día es signo de que «algo falla».

Además, en Gasteiz hubo puntos de información para concienciar de que «todas las personas pueden aportar algo a la lucha contra la pobreza», se organizaron talleres de reciclaje y decenas de personas participaron, por ejemplo, en un trivial sobre derechos humanos, exclusión social o deuda externa.