Cientos de personas abarrotaron ayer la plaza del Ayuntamiento de Bermeo siguiendo la convocatoria de los representantes municipales de las cinco localidades con vecinos embarcados en el atunero vasco, cuando se cumplen tres semanas de su apresamiento a 400 millas de la costa de Somalia.

Minutos antes de las 12.00 , comercios y bares cerraron sus puertas siguiendo el llamamiento de los ayuntamientos, al tiempo que las sirenas de los barcos marcaban el inicio de la concentración. Tras los ecos de los barcos un silencio sepulcral inundó durante unos minutos la plaza hasta que a través de la megafonía instalada en el edificio consistorial -cuya balconada preside una pancarta con el lema «gure arrantzaleak askatu» junto a los días que suma el secuestro de la tripulación- comenzó a sonar «Itxasoari begira» de Benito Lertxundi.

Fue este momento uno de los más emotivos para los familiares, algunos acompañados por niños de corta edad, que no puedieron contener las lágrimas. Una mujer visiblemente emocionada durante el acto fue acompañada al interior de las oficinas municipales.

Al término de la concentración, el alcalde de Bermeo, Xabier Legarreta, leyó un manifiesto en nombre de los cinco ayuntamientos convocantes en el que expresaron su «más sincero y absoluto apoyo a toda la tripulación » y «en especial a nuestros arrantzales», así como su solidaridad con las familias «cuyo sufrimiento hacemos nuestro».

Los representantes municipales manifestaron, asimismo, su «compromiso de transmitir enérgicamente y seguir dando cobertura a la preocupación y angustia del los familiares en todos los foros e instancias», al tiempo que exigieron que se agilicen las negociaciones y que «los agentes implicados actúen con cautela y eficacia, primando la seguridad de la tripulación del `Alakrana'». En el manifiesto expresaron también «apoyo a todas nuestras embarcaciones que trabajan en el Índico» y «a nuestros armadores por mantener la actividad pesquera de forma sostenible a pesar de la adversa situación del sector».

Legarreta agradeció el apoyo de los ciudadanos e hizo especial mención a la adhesión de ayuntamientos, «que han sido muchos e incluso de fuera». Además recordó que un panel colocado en la fachada del ayuntamiento llevará el recuento de los días que los arrantzales permanezcan cautivos.

Los familiares, que se mantuvieron al margen de la nutrida representación política e insititucional, rehusaron hacer declaraciones a la prensa, más allá de responder con gestos y monosílabos, además de pedir comprensión por el delicado momento por el que atraviesan. En un momento en el que los medios gráficos se abalanzaron para tomar imágenes del grupo pidieron asimismo que les dejaran tranquilos.

Sin embargo, algunos allegados y vecinos de Bermeo no perdieron oportunidad ante los micrófonos para preguntar al PSOE, al término de la concentración «a ver si esto es política como dicen». Las críticas arreciaron contra los gobiernos de Madrid y Lakua por su gestión del secuestro, así como ante la actuación del juez de la audiencia Nacional Baltasar Garzón, que calificaron entre apelativos como «otra putada de Garzón».

Al término de la concentración, Jose María Arana, padre de Mikel Arana, uno de los tripulantes del «Playa de Bakio», que también fue secuestrado hace más de un año en las costas de Somalia, consideró que «quizás se debería poner un poco de sentido común en este tema, vaslorar la vida de las personas y hacer lo que hay que hacer».

«Son gente trabajadora»

Sobre la actividad de los arrantzales en el Índico, Arana destacó que son «gente trabajadora» y, remarcó que el «Alakrana» «es un barco hecho aquí, con nuestra tecnología». «No estamos robando a nadie» subrayó visiblemente afectado, para añadir que «el Índico no es sólo de los somalíes».

Arana, desde su experiencia con el Playa de Bakio, cuyo secuestro se resolvió en una semana, destacó que los familiares tienen que estar viviendo momentos «muy duros».

Una nutrida representación institucional dio cobertura asimismo al acto, al que no asistió ningún representante del Gobierno de Lakua.

En varias localidades gallegagas se celebraron también concentraciones por la liberación de los tripulantes del «Alakrana». Es el caso del municipio pontevedrés de Baiona, donde familiares de los tripulantes gallegos reclamaron «una solución» y señalaron que en la misma mañana de ayer habían podido mantener contacto con el patrón del atunero. «Están cansados pero bien de ánimo» precisó la hija del patrón.