La cita con estas novedosas jornadas dirigidas a aficionados a la meteorología -www.ame-web.org- será del 5 al 8 de diciembre, en Barakaldo.

«Metereólogos» al margen. ¿La información del tiempo en los medios de comunicación es cosa de meteorólogos?

La verdad es que encontramos todo tipo de perfiles profesionales. Por ejemplo, en los espacios del tiempo de televisión hay físicos del aire especialistas en meteorología, geógrafos especialistas en climatología y periodistas. Hay equipos mixtos y otros que sólo lo forman especialistas en la materia.

Pero no ser un experto puede llevar a equívocos. Por ejemplo, las dichosas «condiciones climatológicas» en que se juegan los partidos de fútbol o la «adversa meteorología» con la que se amanece el día...

Fallos como ésos son tan comunes por la escasa cultura meteorológica que tiene la sociedad. Lo de las «condiciones meteorológicas» es una expresión muy usada. Lo de confundir el tiempo con el clima es algo tan frecuente que ahora cualquier cambio de tiempo que nos llama la atención lo achacamos al cambio climático. Como también se usa mucho, y erróneamente, «meteorología», y que es la ciencia que estudia los meteoros, para referirnos a condiciones meteorológicas en un determinado momento.

O como lo del «aire que sopla».

Sería un fallo menor, porque los académicos de la Lengua admiten aire como sinónimo de viento. No obstante, identificar al aire como el viento resulta un tanto sorprendente, ya que es algo así como confundir la velocidad de un objeto con él mismo. La verdad es que no son pocos los comentarios que oímos sobre el aire que hace o sopla, refiriéndose al viento que pueda estar soplando.

O las «temperaturas frías».

Esto es una incoherencia, porque lo que es frío es el ambiente. El valor de la temperatura nos dará una idea del frío o el calor que pueda estar haciendo, pero las temperaturas en sí no son frías ni cálidas, sino bajas o altas, tomando como referencia un valor que situaríamos en torno a la temperatura de confort, diferente para cada cual.

Y no digamos nada de la recurrida «cota de nieve».

Ésta es una de las variables más difíciles de predecir con exactitud, porque basta una pequeña variación en la temperatura prevista para que llegue o no a nevar. Aparte, no siempre se sabe diferenciar bien entre una predicción de cota de nieve y un pronóstico de nevada a esa cota. No es lo mismo decir que la cota de nieve alcanzará el nivel del mar en Euskadi a que, necesariamente, vaya a nevar en Bilbao o San Sebastián. Tener cero o menos grados centígrados garantiza el frío, pero no la nieve.

Errores corregibles que, sin embargo, se repiten. ¿Sigue ocupando la información meteorológica los «minutos basura» de los informativos?

Es algo que nunca he llegado a entender. Los espacios del tiempo tienen siempre buenas audiencias, y, sin embargo, son castigados al «cuarto oscuro», metidos casi a calzador en los minutos finales del informativo o directamente fuera, como un espacio independiente perdido entre anuncios. Y en la prensa escrita es sintomático que el mapita del tiempo comparta página, la mayoría de las veces, con el crucigrama, las farmacias y los horóscopos.

Y, sin embargo, muchas veces parece que son los medios de comunicación quienes hacen del tiempo noticia y no al revés. Si hay que sacar nieve, se manda a un reportero al punto más alto donde, evidentemente, sí que ha nevado...

Es que el tiempo es el recurso que los medios tienen más a mano para rellenar minutos en un informativo. Es verdad que a menudo se eleva a categoría de noticia un episodio poco relevante desde el punto de vista meteorológico.

Sumado a que también tenemos muy poca memoria meteorológica.

Totalmente de acuerdo. Si bien comienza a haber datos objetivos de que los episodios meteorológicos extraordinarios están aumentando de frecuencia de unos años a esta parte, no es menos cierto que siempre ha habido grandes nevadas, inundaciones y sequías. Ahora, lo que pasa es que más concentradas en el tiempo y afectando a más lugares.

Pero cada vez que se anuncia nieve o un temporal, es como si nos volviéramos locos...

Lo que ocurre es que cada vez somos más vulnerables a ellos. Es la gran paradoja de la sociedad actual.

En fin, que la culpa la tendrá el recurrido cambio climático...

Con este tema del cambio climático lo que hay es un abuso y saturación en los medios de comunicación, lo que ha hecho que mucha gente se muestre indiferente ante un evidente riesgo para la humanidad. El discurso catastrofista ha perjudicado más que beneficiado.