Asier AIESTARAN

Si la elección del miércoles entre Irujo y Retegi, los perdedores de la primera jornada, estuvo marcada por la tensión y el lógico temor de saber que una derrota supone decir prácticamente adiós a la competición, la cita de ayer en el Astelena de Eibar entre los ganadores del primer partido fue un cúmulo de bromas, sonrisas y buen humor. Tal y como adelantó Titín siete días antes, cuando se gana el primer choque la próxima semana se afronta mucho mejor.

Que Sebas Gonzalez llegara tarde al frontón y que la cita con el cestaño comenzara con un retraso considerable, habría puesto de los nervios al personal cualquier otro día. Pero ayer no. Titín llevaba un buen tiempo escogiendo su material con la ayuda de Joaquín Plaza para cuando Gonzalez saltó a la cancha entre las chanzas y los aplausos de técnicos, periodistas y curiosos que se acercaron al recinto eibartarra.

Otro gesto clarificador. Cuando Titín pasó el testigo al que será su rival el domingo para que éste eligiera sus dos pelotas preferidas, el de Tricio se sentó en la primera fila del Astelena para seguir de cerca las impresiones y probaturas de Gonzalez. Lejos de ausentarse para seguir calentando manos, como suele ser habitual en estos casos, Titín incluso tuvo tiempo para bromear sobre los latigazos que soltaba el de Lapurdi. «Sebas, no le des tan fuerte que es malo», le espetó entre risas, antes de posar para los medios gráficos sin dejar de bromear, tal y como se puede apreciar en la imagen inferior.

«No son las pelotas, es él»

El tono de los dos pelotaris en sus declaraciones posteriores también fueron en la misma línea. Gonzalez señaló, con su ironía habitual, que la única manera de que Titín no fuera un rival peligroso para él sería que no apareciera al frontón el próximo domingo. Titín, por su parte, se refirió al hecho de repetir actuación en Eibar -«estamos habituados, nos vamos a hacer de aquí ya»- e incidía en el poder de su próximo rival: «No es que las pelotas tengan mucha salida, es Gonzalez el que tiene mucha fuerza».

En cuanto a los antecedentes del partido, Gonzalez demostró tener mejor memoria que su rival o, por lo menos, estar mejor informado. El zurdo recordaba que jugó contra Titín hace cuatro años y que el partido estuvo igualado a 18 tantos, pero que al final el delantero riojano acabó imponiéndose por 22-18. «¿Hace sólo cuatro años?», se extrañó Titín. «Pues no lo recordaba. No me acuerdo ni en qué frontón jugamos». El hecho es que fue una eliminatoria de cuartos de final y que se jugó en el Atano III donostiarra.

Aprovechar el saque y terminar el tanto rápido, es la táctica que ambos pelotaris intentarán explotar pero que en el caso de Titín coge una mayor relevancia, sobre todo, después de lograr nueve tantos con la jugada inicial ante Julen Retegi. «Ya firmaría ahora mismo meterle otros nueve a Sebas», manifestó un Titín que afirmaba no haber logrado nunca nueve tantos de saque en un mano a mano. «Creo que lo máximo habrían sido cinco o seis en un partido».

Fueron las opiniones más reseñables que dejó una elección que sigue confirmando la tendencia a un material más pesado que en años anteriores. Las cuatro pelotas escogidas pesan 106 gramos o más, y una de Gonzalez es de casi 107. Y pasado mañana sabremos quién sigue con su buen humor.