La situación del secuestro del «Alakrana» exige la responsabilidad que no muestran las instituciones
La gestión del secuestro del atunero «Alakrana» es un cúmulo de despropósitos que responsables de diferentes instituciones del Estado rechazan asumir e incluso tratan de adjudicárselo al otro. La detención de dos supuestos implicados a los pocos días de producirse el secuestro, a pesar del informe militar que lo desaconsejaba; su traslado al Estado español y su inmediato encarcelamiento; la ocultación de información a las familias de la tripulación del «Alakrana» sobre la importancia de la situación de los detenidos... agotaron la paciencia de esas familias y provocaron la movilización de la sociedad reclamando las actuaciones necesarias y urgentes para la liberación de los marineros. Cuando parecía que Gobierno y Audiencia Nacional españoles, responsables del lamentable desarrollo de los acontecimientos, se habían propuesto hacer todo lo posible para que esa liberación ocurriera lo antes posible, y tras pedir responsabilidad y tranquilidad a las familias, cuando éstas han decidido mantener silencio para ayudar a tal fin, Gobierno e instancias judiciales se enzarzan en una trifulca dando muestras de falta de esa responsabilidad que piden a los demás.