Las críticas acompañaron anoche la entrega del premio del PEN Club alemán al juez Garzón
Ingo NIEBEL | COLONIA
En Darmstadt, el PEN Club de Alemania distinguió ayer al juez español Baltasar Garzón con la medalla Hermann Kesten, que está dotada con 10.000 euros, por su labor en defensa de los derechos humanos. El acto transcurrió sin incidentes, pero no fue tan tranquilo y solemne como los organizadores ha- brían esperado.
Una hora antes de arrancar el acto se congregó una docena de personas que expresaron su protesta por la entrega del premio a Garzón. Exhibieron una pancarta con un mensaje para los alemanes, que decía en su lengua «Aquí se honra a un Täter (autor de los hechos)» y con otro eslogan que en castellano se dirigió al galardonado señalándole «Aquí se honra a la violación de la libertad de expresión».
La protesta la secundó el comité comarcal del partido Die Linke (La Izquierda). En su comunicado comparte las críticas que la sección alemana de Euskal Herriaren Lagunak (EHL) había formulado en una carta abierta el domingo. Die Linke critica «la entrega del premio, porque debilita la libertad de expresión e información y empeora la posición de los periodistas encarcelados, persegui- dos y amenazados, no sólo en el País Vasco». La formación política invitó al PEN Club alemán a que se debatiera públicamente sobre el papel que está ejerciendo Garzón en el Estado español.
Sorpresa y estupor
De hecho, la carta ha causado sorpresa y estupor entre varios miembros del PEN Club alemán, que hasta ahora sólo conocían la versión oficial sobre las acciones de Garzón en relación a la detención del dictador chileno Pinochet o sus investigaciones por la tortura en la cárcel estadounidense de Guantánamo.
Al ver en Internet que también el PEN Club vasco se había posicionado contra el juez español y la Audiencia Nacional española por los atropellos cometidos contra medios y periodistas vascos, protestaron por la entrega del premio y pidieron más información sobre la situación en Euskal Herria.