La izquierda abertzale da réplica a las políticas de derechas en Nafarroa
Un librito titulado «Nafarroa ezkerretik» es la herramienta ideológica que utilizará la izquierda abertzale para denunciar las políticas de derechas que se están aplicando tanto en el herrialde como a nivel estatal. En la presentación, remarcaron ayer que no sólo es criticable la actitud de los ejecutivos de Madrid e Iruñea, sino la inexistencia de oposición parlamentaria real o la actitud de los sindicatos UGT y CCOO por fomentar la desmovilización de los afectados.
Ramón SOLA |
Hace cerca de un año, cuando la crisis económica daba sus primeros azotes, la izquierda abertzale difundió un librito titulado «Kapitalismoaren krisia», en el que analizaba la situación y señalaba quiénes eran sus responsables. Ahora, en un momento en que la coyuntura ha empeorado aún más y se ha constatado lo certero de su diagnóstico, ha decidido editar otro pequeño trabajo que pretende ser una herramienta ideológica para combatir las recetas de derechas. Lo hace en un territorio como Nafarroa, en el que confluyen las recetas del Gobierno español y las del Ejecutivo de UPN, y en el que considera que la situación se agrava por la actitud de UGT y CCOO y por la inexistencia de oposición en el Parlamento navarro.
El informe presentado hace un año fue repartido pueblo a pueblo y debatido en charlas en las que se participaron unas mil personas. Mariné Pueyo y Sabino Cuadra remarcaron ayer que fue un trabajo importante para conseguir movilizaciones contra los EREs y para sustentar la posterior huelga general del 21 de mayo. Ahora pretenden todavía algo más: que cale la idea de que hace falta una Nafarroa de izquierdas «por otro modelo económico y social». «Hay que abrir el camino día a día, movilización a movilización, a una respuesta aún más extensa y contundente que la del 21-M», con- cluye el documento.
472 de 479 EREs aprobados
El diagnóstico de la izquierda abertzale remarca «el alineamiento puro y duro» del Gobierno de UPN con lo aprobado en Madrid, pero añade que «en algunos aspectos la política aplicada ha sido incluso más regresiva que la estatal. Muestra de ello es la presión fiscal existente». Se citan elementos como que Nafarroa es la comunidad en que menos han subido los sueldos desde 2002 o la que mayor descenso ha experimentado en cuanto a producción industrial en el último año (27,6%).
La mayor lacra, con todo, son los EREs. Se aporta un dato que lo dice todo: «En Nafarroa, hasta agosto, de los 479 expedientes presentados sólo cinco fueron rechazados. Como siempre, cuando hay beneficios, y en los últimos años los ha habido a espuertas, éstos son para el patrón, y cuando hay pérdidas es la Administración quien las asume», concluye.
En este contexto, la izquierda abertzale lamenta la existencia de lo que denomina «oposición responsable que se arrodilla ante el sistema». De los sindicatos UGT y CCOO dice que «han sido el mejor sostén» para estas políticas. Y a Nafarroa Bai le acusa de «contemporizar con la crisis. Su voto a favor de los créditos millonarios para banqueros y empresarios, su reiterado silencio ante la rebaja en el Impuesto de Sociedad (el mismo que el PNV ha aprobado en la CAV durante sus mandatos) y su apoyo explícito (TAV, autovías...) o implícito (Itoitz, Canal de Navarra...) a la política cementera imperante son los pilares funda- mentales de una política esencialmente neoliberal».
El presidente del Gobierno navarro, Miguel Sanz, defendió ayer en el Parlamento el acuerdo de integración alcanzado entre Caja Navarra y Caja Canarias como una operación «absolutamente complementaria, generadora de grandes sinergias y sin solapamiento de ninguna clase». Sanz compareció en la Cámara a petición de NaBai, y defendió que el proceso de fusión supone «la unión de dos empresas fuertes» que «comparten la visión de desmpeñar un papel diferente en el futuro, el de apostar por la banca cívica».
Mientras tanto, el comité intercentros de CAN convocó una concentración frente al Parlamento en protesta contra el despido improcedente de una trabajadora de la entidad financiera y en defensa del mantenimiento del empleo. Tras señalar que en apenas un año la plantilla de la caja se ha reducido en un centenar de personas -más de 2.000 en 2008, unos 1.900 ahora-, el comité explica en una nota de prensa que «primero fueron los eventuales los que sufrieron el adelgazamiento de la plantilla por ser el eslabón más débil; luego se han llevado a cabo prejubilaciones amortizando puestos de trabajo; y ahora Caja Navarra ha iniciado un camino nuevo y peligroso: el despido improcedente». El comité, frente a esta situación, hace un llamamiento a los políticos navarros para que «dejen de hacer dejación de sus obligaciones» y «se pongan a trabajar en Caja Navarra» o, advierten, «nos quedaremos sin ella». «El cierre de 44 oficinas y la reducción de más de cién puestos de trabajo no parece un buen síntoma», agregan los trabajadores de la caja. GARA