Un empleado de un concesionario de coches de Anoeta ha sido condenado a un año y once meses de cárcel por estafar a tres clientes y a su empresa, al quedarse con parte de las cantidades que los compradores entregaron a cuenta de la adquisición de sus automóviles. El acusado reconoció su culpabilidad durante el proceso penal y consignó en una cuenta del juzgado los 3.600 euros de los que se había apropiado y que ahora serán destinados a indemnizar al concesionario. El inculpado no acudió al juicio celebrado en Donostia, a pesar de lo cual la juez ha considerado que su confesión en la fase de instrucción resulta suficiente para condenarle por un delito continuado de apropiación indebida, con la atenuante de reparación del daño causado, y otro de falsedad en documento mercantil.