La ofensiva antitalibán en Pakistán cumple un mes sin alcanzar sus objetivos
GARA |
La ofensiva del Ejército de Pakistán contra el principal bastión talibán en su territorio, la región tribal de Waziristán del Sur, cumplió ayer un mes. Durante este periodo han muerto casi 600 personas y unas 200.000 han tenido que dejar sus hogares, pero no ha logrado debilitar a los talibán, según analistas.
«Dudo de que vayan a cumplir sus objetivos. Las tropas han avanzado prácticamente sin resistencia en Waziristán, pues la mayoría se habían marchado ya a otras zonas», expuso a Efe una fuente de inteligencia occidental.
Se han desplegado 28.000 soldados para hacer frente a unos 10.000 milicianos, en la denominada operación «Rah-e-Nijat» (Camino de la Liberación), que se desarrolla en el tercio nororiental de este distrito fronterizo con Afganistán.
En su parte de ayer, el mando militar aseguró que el Ejército está «consolidando sus posiciones» en todos los frentes de batalla, tras haberse hecho en las pasadas semanas con el control de los núcleos urbanos y zonas importantes como Ladha, Kaniguram, Makeen o Sararogha.
Sin embargo, ningún miembro de la cúpula de Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), movimiento que aglutina a diversos grupos talibán del país y tenía su feudo en Waziristán, ha sido arrestado. Según datos militares, 539 han muerto en la ofensiva junto a 63 soldados.
«Tras la operación en Waziristán, se ha filtrado que no sólo la cúpula del TTP, sino también muchos de los combatientes rasos ya habían abandonado la región, posiblemente muchos de ellos hacia los distritos cercanos de Kurram y Orakzai», sostuvo en un editorial el rotativo paquistaní «Dawn».
El diario, uno de los más influyentes en lengua inglesa, planteó sombras sobre el éxito de una campaña militar que se desarrolla «en secuencias: ahora en Waziristán, antes en otras demarcaciones tribales como Bajaur, Mohmand y Khyber o en el valle de Swat».
En el caso de Waziristán, llamada por los paquistaníes «la madre de todas las batallas», las autoridades venían anunciando esta ofensiva desde la primavera. «Han tenido tiempo suficiente para escapar. Se han quedado sólo unos pocos», indicó una fuente de inteligencia, para quien los talibán no pretenden «enfrentarse a las tropas en una guerra convencional sino hacer una guerra de guerrillas».
Un portavoz de los principales servicios secretos paquistaníes (ISI), Zafar Iqbal, admitió que el Ejército anunció «prematuramente» su ofensiva y dejó «muchas rutas de salida sin cubrir. Hemos intentado hacerlo lo mejor posible, bloqueamos las grandes vías de comunicación pero es imposible bloquear todas las montañas y caminos alternativos», añadió.
Asimismo, se mostró contrario a los planes de Estados Unidos de mandar más tropas al vecino Afganistán. «Se puede ganar la guerra pero no de la manera en que lo están haciendo. La percepción de la gente es que son una fuerza de ocupación, igual que lo fueron los soviéticos», declaró.