FIN DEL SECUESTRO DEL «ALAKRANA»
La tripulación del «Alakrana» navega en libertad tras el pago del rescate a los piratas
GARA | IRUÑEA
Los 36 tripulantes del «Alakrana» y sus familiares cuentan ya las horas que les faltan para el reencuentro. La angustia terminó ayer a mediodía, después de que los insistentes rumores disparados por la mañana se confirmaran desde el atunero. «Sólo falta comprobar que el dinero es bueno», indicaban. Unos minutos más tarde, estaban libres 47 días después. Se había solucionado la parte económica del secuestro y se había encarrilado también la situación jurídica de los dos piratas encarcelados en Madrid.
La explosión de alegría -mejor decir de alivio- se extendió rápidamente por localidades como Bermeo, Sestao, Bilbo, Ondarroa... toda Euskal Herria en general, porque el secuestro ha provocado una gran conmoción social. Familiares que han tenido que salir de su anonimato estos días para dar la voz de alarma -como María Ángeles Jimé- nez, esposa de Gaizka Iturbe- se mostraron agradecidos con todos: «Es un día superfeliz, pero ahora lo celebraremos de manera privada». El armador les había trasladado la buena noticia justo un minuto antes de que compareciera en Madrid el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.
A su vez, los representantes institucionales y políticos destacaron al alimón la «entereza» de los familiares y su disposición a evitar declaraciones públicas en los últimos días del secuestro para dar margen a que el Ejecutivo español resolviera el problema que había creado.
Llamada desde la cárcel
El secuestro se alargó por la decisión del Gabinete Zapatero de traer a su territorio a dos de los presuntos secuestradores, y se ha solucionado también cuándo se ha desbloqueado el escollo jurídico consiguiente. Antes de que se produjera ayer la liberación del buque, se filtró un dato significativo: la llamada telefónica hecha por uno de los supuestos piratas, desde la prisión, a los compañeros que seguían en el «Alakrana».
Según un informe que elaboró la Policía española para el juez Santiago Pedraz, el viernes el preso Raageggesey Hassan Ajy telefoneó desde la cárcel de Soto del Real a alguno de sus supuestos secuestradores del barco para mantener una charla que se transcribe en folio y medio. En ella, Raageggesey le habría dicho a su interlocutor que «nuestra libertad está en vuestras manos». Tanto él como el otro encarcelado, Abdu Willy, serán juzgados en unos días, por un procedimiento extrarrápido, y existiría un acuerdo para que cumplan la condena posterior en Somalia.
La segunda parte de la solución era la económica. Agencias españolas se encargaron ayer de propagar que el precio del rescate es de 2,3 millones de euros y citan para ello a fuentes de los piratas, aunque otras versiones extraoficiales lo elevan a cerca de cuatro millones. Tanto en uno como en otro caso, son más de los dos millones de euros comprometidos al parecer hace una semanas, antes de que la liberación encallara por el conflicto de los dos encarcelados en Madrid. En ese momento, el capitán del barco confirmó que había acuerdo económico, y el Gobierno español también dio a entender que los secuestradores querían más dinero. De ambas afirmaciones se deduce que la decisión de traer a los piratas al Estado español ha encarecido el rescate, además de dilatarlo en el tiempo.
Camino a casa
Tras marcharse sus captores, el atunero puso su timón rumbo a las islas Seychelles, donde se cree que llegará en unas 40 ó 45 horas -es decir, a partir de la próxima madrugada-. En el caso del Playa de Bakio, necesitó tres días hasta alcanzar Puerto Victoria, donde fue recibido por autoridades españolas como el director general del Mar, Juan Carlos Martín, o el embajador español en Kenia, Juan Martín Cinto, que también ha participado en estas negociaciones.
Desde allí, un avión del Ejército español se encargará de traerlos a la Península, y la pesadilla habrá acabado por fin.
días se han necesitado para resolver el secuestro de este atunero después de la decisión del Gobierno español de traer y encarcelar en Madrid a dos de los supuestos piratas.
días fueron suficientes para liberar el Playa de Bakio en abril de 2008. En aquella ocasión, bastó con llegar a un acuerdo sobre el rescate y pagar la cantidad.
El «Alakrana» está siendo escoltado en su camino hacia las Seychelles por dos fragatas del Ejército español: la Canarias y la Méndez Núñez. Un comunicado de la misión de la Unión Europea confirmó que tiene combustible suficiente para la travesía.
El caso ha tenido en jaque a todo el Ejecutivo español. El gabinete de crisis lo componían cuatro ministros: De la Vega, Chacón, Moratinos y Espinosa. También estaban el jefe del gabinete de Zapatero, el del CNI y el del Estado Mayor de la Defensa.
Pese a su cuestionada actuación en la crisis, el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, quiso ser quien diera oficialidad a la noticia de la liberación. Por ese motivo, se convocó una rueda de prensa a las 14.00, que luego fue aplazada unos 20 minutos para terminar de atar todos los cabos. Una vez ante los medios, Zapatero expresó su plena satisfacción por la solución hallada. Lógicamente no desveló cuál ha sido la participación del Gobierno en la liberación, pero sí fue contundente al admitir que «se ha hecho lo que se tenía que hacer» porque su deber es «salvar la vida de los compatriotas».
En un tono muy medido, Zapatero subrayó que ésa es su primera obligación como presidente del Gobierno e insistió en pedir prudencia a la hora de seguir informando sobre el caso.
«Todos los ciudadanos me comprenden cuando digo que son situaciones muy difíciles, donde hay que tomar decisiones no fáciles, decisiones que asumo con toda la responsabilidad», manifestó Zapatero, sin entrar en más detalles. Se escudó para ello en un argumento que suele ser habitual en estos casos: la necesidad de salvaguardar «la seguridad del Estado y de las personas».
También apeló a la prudencia cuando se le preguntó por la posibilidad de que los piratas sean ahora perseguidos y detenidos tras abandonar el barco. Para entonces, algunos medios madrileños ya instaban a la Audiencia Nacional a incumplir el supuesto pacto para juzgar con rapidez a los dos encarcelados en Madrid con el fin de devolverlos luego a Somalia, su país.
A su juicio, al margen del debate sobre el pago del rescate o sobre el futuro de los piratas, lo importante es que «las cosas han salido bien», que «los marineros van a estar con nosotros» y que el Estado «se vuelca» con los ciudadanos que atraviesan dificultades mientras realizan actividades privadas, en este caso con un fin económico. «Estoy seguro que ése es el país que quiere la inmensa mayoría de los ciudadanos, un gobierno que hace lo que tiene que hacer», añadió.
Sin llegar a la autocrítica, el presidente español sí quiso agradecer tanto la discreción de las familias de los secuestrados después de reunirse con él como la actitud del PP, que ha evitado utilizar políticamente el caso, al menos hasta el momento. «La lección que se debe aprender como país es la necesidad de prudencia y discreción para que estas cosas se resuelvan bien y rápido», dijo el líder del PSOE. Su partido también difundió una nota en la que alaba la actitud del Gobierno español.
Zapatero invocó incluso el «sentimiento colectivo de país» y elogió la disposición a colaborar del presidente del PP, Mariano Rajoy, aunque ayer otras voces de este partido ya comenzaron a exigir responsabilidades al Gobierno por la mala gestión del caso. El PNV también anunció que hará algunas preguntas.
Las muestras de satisfacción por el desenlace del caso, más allá de los medios utilizados para ello, fueron generalizadas. Se les sumó incluso el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que instruye el caso de los dos piratas encarcelados. «Esto es una maravilla», afirmó.
De modo también muy inhabitual, el fiscal encargado de la causa, Jesús Alonso, también manifestó a Efe «su alegría, tanto a nivel personal como profesional». GARA
El fleco que falta por resolver ahora para cerrar el caso del secuestro es la situación de los dos piratas encarcelados. En declaraciones realizadas desde Mogadiscio, capital de Somalia, el padre de Abdu Willy afirmó que espera la pronta liberación de su hijo. «Estoy satisfecho y espero que también liberen a nuestros muchachos. Quiero ver a mi hijo pronto».
La abundante presencia de periodistas españoles en la costa somalí hizo que se difundieran declaraciones no sólo del padre de Abdu Willy, sino también de un portavoz de los piratas y de uno de sus negociadores. Curiosamente mientras tanto, en Madrid, la número dos del Gobierno español hablaba de máxima dureza en la persecución de los asaltantes del barco.
El portavoz, identificado como Husein Badmax, afirmó que «el proceso ha terminado, hemos llegado a un acuerdo en todo y por tanto la tensión ha finalizado por ambas partes». Agregó que aguardan la liberación «en pocas semanas» de sus dos compañeros detenidos.
Esta persona -identificada por la agencia Efe como «uno de los jefes»- detalló que antes de liberar el barco lo abandonaron «el 70% de nuestros hombres» y que el resto se organizó «para marcharse de forma segura».
Jama Adan, al que se presenta como negociador de los piratas, dijo también a Efe que los tripulantes «están en buen estado de salud, aunque es posible que alguno tenga algún trauma». En el barco, además de vascos y gallegos, había ocho marineros de Indonesia, dos de Malasia, tres de Senegal, cuatro de Ghana, dos de Costa de Marfil y uno de las Seychelles.
Mientras tanto, en la Audiencia Nacional el juez Pedraz dio por finalizada ya la investigación contra los dos encarcelados y elevó el sumario, en tiempo record, a la Sala de lo Penal. El tribunal podría juzgarles en unas tres semanas.
Ambos detenidos pasaron ayer por su despacho para tomarles declaración y comunicarles el procesamiento. Como anécdota, Abdu Willy iba vestido con una sudadera de la selección española de fútbol. GARA
Tras la liberación del «Alakrana», en las aguas del Indico hay todavía otros doce secuestros de barcos en curso, algunos desde los meses de abril y mayo. Hay buques griegos, alemanes, chinos, panameños... Este año se han computado 306 «incidentes».
