FIN DEL SECUESTRO DEL «ALAKRANA»
La valoración autocomplaciente de De la Vega sólo convence a su grupo
Las explicaciones de la vicepresidenta del Gobierno español en el Congreso sobre la gestión del secuestro del «Alakrana» apenas convencieron a su grupo, ya que el resto, especialmente PP y PNV, mantuvieron las críticas vertidas tras la liberación del atunero. De la Vega aseguró que el Ejecutivo está satisfecho con el desarrollo de los acontecimientos desde el 2 de octubre, y sostuvo que han tenido controlada la situación de los marineros en todo momento.
GARA | MADRID
La vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, compareció ayer en el Congreso para explicar la labor desarrollada por el Ejecutivo del PSOE y, especialmente, el gabinete de crisis que ella misma lideró durante los 47 días de secuestro del «Alakrana». Y lo cierto es que apenas ofreció información añadida a lo que ya se ha difundido en los últimos días. En algunos casos, la mano derecha de Zapatero se escudó en los consabidos «motivos de seguridad» para no dar más detalles de las gestiones realizadas, y su alocución se centró en defender la actuación del Gobierno, abiertamente criticada por la oposición y también, el mismo lunes en los juzgados de Gernika, por los arrantzales.
Lo cierto es que la intervención de ayer, incluida a última hora en la sesión de control al Gobierno, se ciñó al guión que cada grupo llevaba escrito, y si la vicepresidenta dijo que el Ejecutivo está «razonablemente satisfecho» con el resultado, desde las bancadas de la oposición siguieron lloviéndole críticas por su gestión, aunque sin mayor ni menor intensidad que desde la liberación del atunero.
«Si la eficiencia de una acción se mide por los resultados y los medios empleados para alcanzarlos, podemos estar razonablemente satisfechos», esgrimió De la Vega, quien expuso como punto fuerte de la actuación del Gobierno que éste ha «cumplido la ley de manera escrupulosa» y «de principio a fin».
«No retrasó ni entorpeció»
La portavoz del Gabinete de Rodríguez Zapatero -que apoyó expresamente a su «número dos» desde Egipto- se centró en dos temas que han sido especialmente polémicos durante el secuestro y también después: la detención de dos presuntos piratas somalíes, y la situación de tres tripulantes del «Alakrana» que supuestamente habían sido llevados a tierra.
Sobre la detención y posterior traslado a Madrid de los dos somalíes, De la Vega explicó que el traslado se llevó a cabo a partir de las instrucciones que dictó la Audiencia Nacional, y sostuvo que su entrega no fue «nunca una opción, sino una obligación legal». Asimismo, defendió que este hecho «no retrasó, ni entorpeció ni impidió» el desenlace final del secuestro.
Sobre los tres marineros que los piratas dijeron haber llevado a tierra y amenazaron con matar si no se liberaba a sus dos compañeros, la vicepresidenta española aseguró que en todo momento supieron dónde y cómo estaban. «Supimos que bajaban, supimos que al poco tiempo fueron repuestos en el barco, supimos lo que pretendían los criminales, supimos que los aislaron del resto de la tripulación, supimos que estaban bien», afirmó. Lo cierto, sin embargo, es que aquellos días -5 y 6 de noviembre-, el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, tardó un día en anunciar que los tres habían regresado al barco -nunca puso en duda que fueran llevados a tierra-. Ayer, De la Vega argumentó que «todo lo que hicimos fue para salvarguardar la integridad y la vida de los tripulantes, porque los piratas estaban muy pendientes de lo que se decía en España».
Críticas de los grupos
Las explicaciones de la vicepresidenta no convencieron al resto de los grupos, y desde el PP, Soraya Sáenz de Santamaría criticó la descoordinación «antológica» entre los ministerios involucrados y el «sainete procesal» con los dos detenidos.
Josu Erkoreka, del PNV, también censuró el «penoso espectáculo de improvisación, descoordinación y falta de reflejos» de los ministros, y consideró «incomprensible» el traslado de los dos piratas a Madrid, un hecho que también fue criticado por la portavoz del BNG, Olaia Fernández, quien lo calificó de «decisión errónea» que «no contribuyó a nada positivo».
Tal como había hecho la víspera en Gernika, el juez Santiago Pedraz acudió ayer a Vigo para tomar declaración a los tripulantes gallegos del «Alakrana». Uno de ellos, Joaquín Fernández, relató tras declarar ante el juez que él mismo trasladó a un grupo de piratas en un bote hacia la costa una vez que se produjo la liberación.
También desde Vigo, el patrón del atunero vasco, Ricardo Blach, pidió a los medios que «presionen un poquito» para resolver la situación de los tripulantes del carguero «Ariana», que lleva seis meses secuestrado. También se refirió a un matrimonio inglés que permanece cautivo en Somalia, tierra adentro.