Azkuna exige a las comparsas castigadas que cumplan la Ley de Víctimas en 2012
El Consistorio bilbaino informó ayer de que ha desestimado las alegaciones formuladas por Bilboko Konpartsak, Kaskagorri y Txori Barrote contra el expediente que sanciona a las dos comparsas con no participar en las ediciones de 2010 y 2011 de Aste Nagusia. Alcaldía da una vuelta de tuerca al exigir a los organismos inhabilitados y a la federación que, para retornar al Arenal en 2012 tras el duro castigo, deberán prometer que cumplirán con la Ley de Víctimas.
Agustín GOIKOETXEA
El Ayuntamiento de Bilbo informó ayer a la mañana a los representantes de Bilboko Konpartsak, Kaskagorri y Txori Barrote que no atiende las alegaciones presentadas contra la resolución de Alcaldía que inhabilita a las dos comparsas para participar e instalar txosnas en las dos próximas ediciones de Aste Nagusia. Tal decisión ya fue adelantada por GARA en su edición del lunes y desmentida esa jornada por fuentes del equipo de gobierno PNV-EB.
El Consistorio no sólo no rebaja el castigo sino que impone nuevos condicionantes a los agentes festivos para volver a ubicar sus montajes en El Arenal. Alcaldía añade que, para que Txori Barrote y Kaskagorri puedan volver a participar en Aste Nagusia en 2012, «seis meses antes» éstas y Bilboko Konpartsak deberán presentar «conjuntamente» un documento en el que se comprometan «a cumplir estrictamente lo prevenido en la Ordenanza de Fiestas y en la Ley de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Terrorismo».
Este nuevo requisito va en la línea del emplazamiento efectuado por el portavoz municipal del PSE, Txema Oleaga, a Azkuna para llegar a un «pacto político» en el ámbito festivo. Ayer, una vez que se hizo pública la polémica resolución, un compañero de Oleaga y miembro de la Comisión Mixta de Fiestas, Goyo Zurro, manifestó que «más allá del aspecto jurídico de la propia desestimación, lo que más nos ha gustado y mejor valoramos es que tanto el equipo de gobierno como el resto de grupos hemos considerado importante el compromiso político para erradicar de nuestras calles este tipo de actitudes».
Quien también esperaba una respuesta en este sentido es el PP. Su portavoz, Cristina Ruiz, dijo que «es un éxito de los democrátas, vamos a ganar espacios de libertad, de convivencia y de tolerancia en fiestas».
Las comparsas anunciaron ayer que presentarán un recurso contencioso-administrativo contra «la decisión política» del equipo de Iñaki Azkuna. «Creemos que es una decisión política que nos ha pillado en el medio y es una injusticia. Nos hemos quedado totalmente sorprendidos -confesaron- de que, aun presentando las alegaciones, sigan manteniendo lo mismo, con lo cual sabemos que es un acuerdo político y no hay nada más; no se están ajustando a la legalidad».
El castigo viene justificado, según el gobierno municipal, en un vago informe elaborado por la División Antiterrorista y de Información de la Ertzaintza, al que dan toda credibilidad a pesar de que ha sido cuestionado por las comparsas por sus imprecisiones. Se sanciona a Kaskagorri y Txori Barrote, y así lo subraya el Ayuntamiento, por la exhibición de fotografías de bilbainos presos, al considerarlo como «una mala actuación festiva» y un «claro incumplimiento del papel festivo».
Además, para tratar de defender la proporcionalidad de la decisión adoptada, citan que sólo se ha sancionado a dos de las cinco comparsas que se menciona en el atestado policial, olvidándose de que no es la primera vez en que el alcalde y otros miembros de la Corporación habían puesto en el punto de mira a Kaskagorri y Txori Barrote.
«No hay infracción»
Desde Bilboko Konpartsak se insistió en que mantienen su convencimiento de que no han cometido «ninguna infracción». Es más, explicaron que en 2008 preguntaron a los responsables municipales si estaba prohibido colocar fotos en las txosnas y «nos notificaron que no, que con las fotos no sucede nada» y en la pasada Aste Nagusia «nadie» les previno de que estaban cometiendo una irregularidad
Otra de las sorpresas de la respuesta municipal es que el Ayuntamiento precisa que no se trata de una sanción administrativa, tal y como se alega desde Bilboko Konpartsak, sino una inhabilitación por incumplimiento de la normativa local que otorga la autorización. Tras este matiz se oculta que la Ordenanza de Fiestas no dispone de una normativa asociada, por lo que, según el Consistorio, recae en él la ejecución e interpretación de la misma.
Por ello, es el director de la Oficina de Uso del Espacio Público, Tomás del Hierro, quien rubrica la resolución, al ser, a su entender, competencia de Alcaldía y no de la concejala delegada de Fiestas y Turismo, Isabel Sánchez Robles. El Ayuntamiento insiste en que las ocupaciones del dominio público son otorgadas «en precario», por lo que ahora se retira el permiso a Bilboko Konpartsak para ubicar en los dos próximos años montaje alguno en los espacios en que se levantaban las txosnas de Kaskagorri y Txori Barrote; estas quedarán «vacantes».
Tras esta argumentación se oculta que la administración municipal no dispone de una base normativa para sancionar la colocación de fotografías de represaliados políticos, tan sólo la decisión política del Ejecutivo de Lakua, refrendada por PP y PNV. El presidente de Eudel, Jokin Bildarratz, declaró hace unos días que para abril prevé que podrían contar con ella. Mientras, Azkuna, tal y como avanzó tras una reunión en junio con el consejero de Interior, Rodolfo Ares, va por delante.
La comunicación de la resolución de Alcaldía a los representantes de Bilboko Konpartsak fue del todo rocambolesca, a pesar de las consecuencias que puede ocasionar en el futuro más próximo al modelo festivo de la capital vizcaina.
Tras la información publicada el lunes por GARA, en la que se avanzaba el sentido de la decisión del Consistorio bilbaino, fueron varios los medios de comunicación, al margen de la federación de comparsas, que se dirigieron a responsables municipales para confirmarlas. Éstos desmintieron que el expediente se hubiese resuelto y añadieron que se tardaría, al menos, «quince días» para analizar el contenido de las alegaciones comparseras.
Era una excusa, con la que ganar tiempo pues, según otras fuentes, Alcaldía tenía pensado explicar el sentido de su decisión a PP y PSE tras el pleno extraordinario del martes en que se aprobaron los presupuestos. En la primera comunicación, el equipo de Azkuna hizo lo mismo: Esperó a que se celebrase el pleno ordinario de octubre para hacer público el inicio del expediente sancionador contra Txori Barrote y Kaskagorri.
Ayer, alrededor de las 8.20, la presidenta de la Comisión Mixta de Fiestas, la edil jeltzale Isabel Sánchez Robles, convocó a los comparseros a una reunión a las 9.15. Les aseguró que se les había «olvidado» avisarles y añadió que «me quiero mantener al margen porque no es de mi competencia». Los representantes de Bilboko Konpartsak acudieron a la cita y se encontraron con Sánchez Robles, el director del Gabinete de Alcaldía, el periodista Andoni Aldekoa, y el director de la Oficina de Uso del Espacio Público, Tomás del Hierro, que les informaron de que desestimaban en sus alegaciones. Kaskagorri y Txoxi Barrote supieron de la respuesta municipal por sus abogados. A.G.
Bilboko Konpartsak anunció que presentará un recurso contencioso administrativo ante el TSJPV. La vía del recurso de reposición ante el Consistorio no la emplearán porque supondría «una pérdida de tiempo».
Las comparsas recibieron el lunes otra comunicación del Ayuntamiento de Bilbo, en la que desestima sus alegaciones para que la federación tuviera representantes en el Consejo Cívico Municipal.
El Consistorio afirma que no es una sanción y que lo único que hace es no permitir a las dos comparsas instalarse en el espacio festivo por un «claro incumplimiento del papel festivo». Iñaki Azkuna decide qué es y qué no la fiesta.
Bilboko Konpartsak defiende que el espacio festivo del Arenal lo gestionan ellos. El Ayuntamiento responde que él otorga o revoca los permisos según los criterios que estima oportunos; ahí se ve la motivación política.
Representantes de organizaciones de diverso tipo consideran que estas jornadas pueden ser una buena ocasión para poner en marcha iniciativas en defensa de los presos políticos vascos.