El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha propuesto a su gabinete que apruebe una iniciativa para suspender durante diez meses la construcción y concesión de licencias para edificar en las colonias sionistas de Cisjordania.

La moratoria propuesta por Benjamin Netanyahu no incluye Jerusalén Oriental, que es considerada por Israel un asunto diferenciado y fundamental del conflicto, ya que reivindica la indivisibilidad de la ciudad y su carácter de capital del Estado judío.

La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, consideró que la oferta de Netanyahu «ayuda a avanzar en la resolución del conflicto entre israelíes y palestinos».

Las declaraciones de Clinton, difundidas en un comunicado, contrastan con las reflexiones de altos cargos de la Administración de Barack Obama, que destacaron que «no ha cambiado nada» en lo que se refiere a la filosofía sobre esta cuestión y que esperan que la ampliación de las colonias sionistas se paralice completamente tanto en Cisjordania como en Jerusalén Oriental.

Clinton insistió en la necesidad de retomar las negociaciones entre Israel y la Autoridad Palestina, suspendidas tras la masacre sionista de Gaza del pasado invierno.

«Pensamos que a través de conversaciones de buena fe, las partes pueden ponerse de acuerdo sobre un resultado que ponga fin al conflicto y reconcilie el objetivo de los palestinos de tener un Estado independiente basado en las fronteras de 1967 y el objetivo de Israel de tener un Estado judío con fronteras seguras y aceptadas que satisfagan sus esperanzas en materia de seguridad», señaló Clinton.

Rechazo de Abbas desde Chile

La Autoridad Palestina rechazó frontalmente, antes incluso de la propuesta de Netanyahu, cualquier oferta israelí de congelación temporal o parcial de la colonización sionista.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, de visita oficial en Chile «reafirmó la necesidad imperiosa de que Israel ponga fin a las colonias ilegales en los territorios palestinos, que obstaculizan la viabilidad y la continuidad geográfica del futuro Estado palestino, que debe tener Jerusalén Este como capital», según declaró en un comunicado conjunto con la presidenta chilena, Michelle Bachelet.

Mahmud Abbas y Michelle Bachelet reafirmaron en ese documento «la necesidad de alcanzar una paz justa y duradera sobre la cuestión palestina, en conformidad con la solución de dos estados que cohabiten en paz y seguridad».