La presidenta de UPN, Yolanda Barcina, aseguró ayer que su partido «es la garantía de la defensa de Navarra, mucho más que el PPN» -cuyos militantes están «enfrentados, aún sin empezar a andar»-, que el PSN o que NaBai. Así lo advirtió Barcina en el acto de clausura del Día del Partido, que UPN festejó en Noain con la presencia de unos 1.200 simpatizantes y afiliados, ante quienes elogió a UPN como «honrado, limpio, con las cuentas claras» y libre de las sospechas de corrupción que salpican a otras formaciones políticas.

UPN, prosiguió en su alocuación, «es un partido referente» que defiende que «el destino de Navarra no se toma en decisiones en Madrid o Vitoria sino en Navarra», además de tener en ella misma la evidencia de que se trata de un partido que evoluciona y se adapta, pues tienen a una mujer al frente de la formación e impulsará «a una mujer a la presidencia del gobierno». Y atribuyó buena parte de esta evolución a la «decisión generosa» del hasta hace nueve meses anterior presidente, Miguel Sanz, de «hacer algo que pocos saben hacer en política», como es renunciar a su reelección.

Precisamente fue quien la precedió en su intervención. El actual jefe del Ejecutivo navarro, Miguel Sanz, se dirigió a los asistentes diciendo que «debo ir soltando amarras, aunque hasta el último minuto en la presidencia del Gobierno siempre estaré trabajando por mi tierra», tras lo que insistió en que no tiene «otra ilusión que ser un buen militante y un buen navarro».

Corrupción

«Quien vea otra cosa diferente se equivoca, y si persiste en el error tratando de ver confrontación donde sólo hay colaboración, terminará aburriéndose», refrendó el propio Sanz en apoyo a su relación con Yolanda Barcina.

La corrupción política que salpica a otros partidos fue otro de los asuntos que comentó la presidenta de UPN y alcaldesa de Iruñea. «UPN no debe nada a nadie», dijo, para asegurar que «nunca hemos tenido que pedir que se nos perdone un crédito» y «no aceptamos donaciones, ni de particulares ni de empresas».