El río Bidasoa bajaba estos días con las aguas algo turbulentas, pero parece que vuelven a su cauce con el buen encuentro disputado por el Unión y la guinda de Goikoetxea, que marcó un excelente gol para darle los tres puntos a su equipo.

Los últimos quince días no habían sido los soñados por cualquier jugador, ya que, además de los malos resultados obtenidos -ocupando la zona de descenso-, un reducido grupo de aficionados había lanzado gritos en contra de Iñaki Alonso y de algún jugador. Y en los primeros minutos de juego ante el Nástic se dejó notar la presencia de esos hinchas, que lanzaban gritos de «Iñaki dimisión».

La cosa no fue a mayor, más que nada porque como dice el propio Alonso, «la afición es muy inteligente» y en seguida se dio cuenta de que el problema de este equipo no viene del entrenador ni de los jugadores, sino de la simple suerte en determinados momentos del encuentro.

Ayer, en cambio, los irundarras supieron aprovechar a la perfección las facilidades dadas por un Nástic muy incómodo en el terreno de juego, atípico en el mejor equipo fuera de casa.

La primera parte tuvo un dominador claro, el equipo local. Los tarraconenses no encontraban su lugar en un estadio donde se empieza a notar la presión de los aficionados -aunque se debería notar en otros muchos momentos-.

El monólogo ofrecido por los guipuzcoanos entretenía a la grada, pero los goles no llegaban. Ocasiones claras de jugadores como Brit, Goikoetxea y Juan Domínguez alborotaban a una afición cada vez más entregada a su equipo.

Pero el fútbol suele ser un deporte muy injusto en ocasiones, por lo que los locales notaron esa mala suerte al comienzo de la segunda parte, cuando los ánimos -ayudado por el viento en contra- se vinieron abajo, dándole el balón a los visitantes.

El éxtasis de la tarde

Todo el trabajo realizado durante la semana para intentar frenar a los catalanes no podía echarse al traste, y en ese momento aparecieron Durán, Brit y el héroe de la tarde, Goikoetxea, para sacarle los colores al Nástic.

Tras varios avisos y una clarísima ocasión fallada por Goikoetxea, llegó el éxtasis con el tremendo zapatazo desde fuera del área del debarra, que clavó el balón por la escuadra.

Esta importante victoria calmará a los hinchas, al menos, una semana, pero no hay duda de que Alonso y sus jugadores entrenarán al 100% para llevar al Unión lo más alto posible de la clasificación. Eso tendría que calmar el río por completo.