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Retorno a la ciudad que dio inicio al final de la era Valverde

En la temporada 2004-05, minutos después de haber goleado al Standard por 1 a 7 en Lieja, el entonces presidente del Athletic, Fernando Lamikiz, germanófilo reconocido en lo futbolístico, aseguraba que deseaba enfrentarse al Austria de Viena y visitar el mítico Prater.

Beñat ZARRABEITIA

En esta ocasión se repite visita, aunque no escenario. El Austria Viena recibirá en esta ocasión al Athletic en su feudo habitual, el Franz Horr Stadion, inaugurado en 1982 y con una capacidad para 11.800 espectadores. Hasta esta temporada, los centroeuropeos jugaban sus choques internacionales en el Ernst Happel Stadion, con un aforo para 50.000 personas y más conocido como el Prater, por estar ubicado junto a un parque del mismo nombre.

Hace cinco años, los deseos del abogado de Busturia se cumplieron y el bombo europeo emparejó al Athletic con el conjunto vienés. El equipo entonces dirigido por Ernesto Valverde practicaba un fútbol espectacular y los resultados acompañaban. El desplazamiento a Viena fue masivo. Más de 5.000 hinchas tomaron la ciudad para animar a su equipo. Era en el mes de febrero, un día entre semana y con frío intenso. Nada parecía importar, hasta que la nieve hizo acto de presencia.

El Austria de Viena no protegió de manera adecuada el césped del majestuoso Prater y, pese a los múltiples intentos y el interés del Athletic, el choque no se disputó en la fecha prevista, el 16 de febrero de 2005. El ondarroarra Aritz Solabarrieta iba a ser la principal novedad de la alineación titular.

Los aficionados desplazados en masa se llevaron una decepción enorme y, para más inri, tuvieron que sufrir cargas policiales y el hostigamiento por parte de hinchas neonazis del Austria, que ya han dejado constancia de sus lamentables formas en sus dos visitas a San Mamés, la de entonces y la de esta misma temporada.

Ocho días más tarde, el 24 de febrero, el choque se disputó en un gélido Prater y sin casi presencia de hinchas rojiblancos. El marcador fue de empate a cero y el Athletic seguía siendo claro favorito. Pero el destino quiso que la vuelta supusiera el final del ciclo de Ernesto Valverde tras una dolorosa derrota en casa (1-2), la célebre salida nocturna en la víspera de dos futbolistas que entonces integraban la plantilla y las palabras de Lamikiz considerando «un rotundo fracaso» la eliminación.

Fue el inicio de un declive que, finalizada la campaña, supondría el relevo de Valverde en el banquillo. Su puesto lo ocupó José Luis Mendilibar, al que seguirían en las dos campañas siguientes, por este orden, Clemente, Sarriugarte y Mané. Fueron dos años muy duros, con cambios también en la Directiva y que tuvieron su punto de inflexión con la angustiosa salvación ante el Levante en San Mamés, dando paso al actual ciclo protagonizado por el tándem Macua-Caparrós.

Aunque no sea el escenario del choque de esta noche, merece la pena detenerse en la historia del Prater, construido entre 1929 y 1931 y en el que se han vivido algunas de las noches más importantes de la historia del fútbol europeo. El estadio fue rebautizado como Ernest Happel en 1992, en memoria del técnico local que dirigió, entre otros, a Sevilla, Feyenoord, Valencia, Austria o la selección holandesa -La Naranja Mecánica- subcampeona del mundo en 1978.

En 1964, fue la sede de la final de la antigua Copa de Europa. El Inter de Helenio Herrera, con Luis Suárez, Mazzola o Faccheti como estrellas, derrotó al Madrid de Di Stefano, Puskas, Gento o Amancio. Seis años después, el Manchester City conquistó la Recopa ante el Gornik Zabzre polaco en este escenario. También fue en este campo donde el argelino Rabah Madjer consiguió uno de los goles más destacados en una final de la máxima competición continental en 1987. El entonces delantero del Oporto anotó un bello tanto de tacón que sirvió a los lusos para derrotar al Bayern Múnich y hacerse con su primera orejona. Dos temporadas más tarde, el Milan de Arrigo Sacchi se impuso al Benfica gracias a un tanto de Frank Rijkaard.

La última final de la Champions vivida en Viena fue la del curso 94-95. Tras el empate a uno en los 120 minutos de partido, la Juventus de Lippi se impuso al Ajax de Van Gaal en los penaltis. Su última gran cita hasta la fecha se produjo hace poco más de un año, cuando la selección española se hizo con la Eurocopa gracias al gol de Fernando Torres en la final ante Alemania.

 

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