El Gobierno libanés aprobó ayer una declaración política general que incluye un artículo que hace referencia a la posibilidad de que el grupo chií Hizbulah conserve sus armas.

El documento, que deberá ser respaldado por el Parlamento, fue aprobado sin enmiendas, indicó el ministro de Información Tarek Mitri al término de la reunión del Gabinete.

Al artículo 6 de la declaración, relativo a las armas de Hizbulah, se opuso el titular de Trabajo, Butros Harb, mientras que otros cuatro ministros expresaron sus dudas. Este apartado pone al mismo nivel al Estado, al Ejército, al pueblo y a Hibulah para hacer frente a cualquier agresión israelí.

«Expresar reservas es natural y legítimo. Esto no quiere decir que haya una oposición en el seno del Gabinete. Ninguna declaración puede agradar en todos sus artículos a todo el mundo», remarcó Mitri. En su opinión, «los ministros que expresaron reservas y objeciones son los que más destacaron la solidaridad en el seno del Ejecutivo. Somos un Gobierno unido».

Mitri aseguró que en la reunión ministerial, el presidente, Michel Suleiman, declaró que Israel sigue siendo una amenaza para Líbano y que es necesario tratar este asunto con una gran responsabilidad nacional.

Se espera que el jefe del Parlamento Nabih Berri convoque el próximo lunes a los diputados para examinar la declaración de política general del Gobierno para su aprobación.

Berri, dirigente de la oposición parlamentaria, que lidera Hizbulah, defendió el pasado 25 de noviembre que el grupo chií conserve sus armas mientras Israel siga ocupando partes del territorio libanés «y violando la soberanía libanesa».

En una videoconferencia transmitida el lunes por las televisiones árabes, el secretario general del grupo chií, Hasan Nasralá, reafirmó que mantendrán la resistencia como único medio para hacer frente a Israel, aunque matizó que ésta debe combinarse con el Ejército libanés.

Sobre Estados Unidos, consideró que retrocederá como fuerza hegemónica mundial, ya que su sistema está en crisis.

Acusó a Washington de promover «una política que alienta la inestabilidad y el respaldo a la entidad sionista». «Israel constituye una amenaza permanente para Líbano por sus ambiciones históricas en su territorio y aguas», incidió.