Nuestro compañero en la sección «Ibiliz ibili», el incombustible Juan Mari Feliu, nos presenta una nueva propuesta montañera que lleva por título «Muga de los vascones. La frontera que nunca debió existir». Son 40 excursiones fáciles por diferentes escenarios históricos de Euskal Herria. Concretamente se sitúan a ambos lados de la frontera impuesta hace cinco siglos en nuestro Pirineo.

Feliu siempre se ha mostrado inconformista y, por ello, en esta ocasión ha querido combinar el plano deportivo con la recuperación de la memoria histórica. Dos aspectos que no se le podían escapar. «Pienso que se trata de un tema que tenía pendiente. De la misma manera que se me ocurrió el libro sobre los pueblos perdidos de Nafarroa, esta última propuesta va encaminada por esa misma línea. Me dije que algo debía de hacer. Por lo menos, recuperar la memoria histórica y dar otra visión de los itinerarios clásicos».

Nuestro compañero tiene muy claro que en la actualidad se están agotando los temas, que cada vez hay más libros y que se repiten muchos itinerarios. Por todo ello, Feliu ha querido ofrecer algo nuevo: «Mi intención es ofrecer otra visión de lo que son los Pirineos de Euskal Herria, dándole ese componente de seguir las huellas de los que por un motivo u otro tuvieron que cruzar la llamada muga. Aún quedan restos de esa división impuesta en el siglo XVI. Ahora mismo, cuando he recorrido barrancos y collados, me he encontrado, por ejemplo, con los caminos de Napoleón. Estamos en el siglo XXI pero en una situación de muga que nos da, no sé por qué, cierto repelús pasar al otro lado o a la inversa. He querido romper con esa situación. En definitiva, es una invitación a conocer la otra vertiente con la excusa de seguir los caminos propuestos. Algunos comienzan en la montaña, y es que la gente se fugaba de allí».

Itinerarios fáciles

Guerrilleros, maquis, contrabandistas... son contenidos por los que transcurren las 40 excursiones. 40 propuestas abiertas a casi todo el público. «He intentado que sean lo más sencillas para el público. Son itinerarios muy para familias, con un horario de entre 3 y 5 horas de recorrido. Eso sí, al final del Pirineo se dan desniveles más fuertes. El objetivo es también ir variando la ida y la vuelta. Sí, sin duda son recorridos factibles con esa nueva visión de unir la excursión con el tema histórico-cultural».

Nuestro compañero explica el contenido de cada excursión, como dice el mismo Feliu «de esta manera y no de otra». Así pues, nos adentra por esos caminos de los contrabandistas, de los huídos, del mismo Napoleón... Y es que hasta hace un siglo más o menos, la montaña no contenía el actual plano deportivo. «La montaña, hasta que se descubrió ese mundo nuevo, daba pavor. En uno de los itinerarios hago un comentario de que por fin dejamos atrás el horror de las montañas. Como ocurrió en su tiempo con el bosque de Irati», señala Feliu.