Los diputados iraquíes acordaron ayer aumentar a 325 los escaños del Parlamento, con lo que se allana el camino para dar salida a la crisis desatada por el veto del vicepresidente sunní Tarek al-Hashemi a la ley electoral.

Según la televisión Al-Iraqiyah, el vicepresidente del Parlamento iraquí, Jaled al-Atiyah, anunció que los parlamentarios acordaron incrementar el número de escaños de los 275 actuales a 325, lo que permitiría aumentar la representación de las minorías y los expatriados, tal y como pide Al-Hashemi.

La propuesta de aumentar a 325 los escaños forma parte de una iniciativa impulsada por la misión de la ONU en Irak (Unami), a la que Al-Hashemi se mostró favorable.

Además, la propuesta establece que los escaños sean distribuidos entre las provincias iraquíes de acuerdo a un censo llevado a cabo este año por el Ministerio iraquí de Comercio.

Al-Hashemi había amenazado ayer de nuevo con vetar la ley electoral que regulará las elecciones, si los diputados no llegan a un acuerdo sobre la representación de las provincias en el Parlamento.