El Parlamento de Moldavia fracasó ayer en su segundo intento de elegir al jefe del Estado, por lo que la Cámara tendrá que ser disuelta y deberán convocarse elecciones anticipadas, tal y como establece su Constitución. Sin embargo, de acuerdo con la legislación local, el Parlamento sólo puede ser disuelto un año después de su última disolución, es decir, después del 16 de junio de 2010.

El candidato de la Alianza para la Integración Europea (AIE), Marian Lupu, sólo consiguió 53 votos de la mayoría cualificada de 61 que necesitaba.

El Partido Comunista, que tiene 47 diputados, no participó en la elección, igual que hiciera el 10 de noviembre, cuando se celebró la primera de las dos votaciones fijadas en la Constitución.

Lupu era el delfín y candidato a suceder al anterior presidente, el comunista Vladimir Vorodin, pero se pasó a la oposición cuando su partido prefirió a Zinaida Greceanii, entonces primera ministra, a la que en la anterior legislatura le faltó un voto para salir elegida.

En su intervención de ayer, Lupu se pronunció por una reforma constitucional que establezca la elección del presidente en comicios directos y abogó por convocar un referéndum en primavera.