Con la firma el pasado martes de un importante acuerdo de defensa con Rusia, Vietnam busca contrarrestar la primacía de Beijing en el Mar de China, muy disputado por sus reservas potenciales de petróleo.

En la visita a Moscú del primer ministro vietnamita, Nguyen Tan Dung, Rusia accedió a vender a Hanoi seis submarinos por 2 millones de dólares.

Los analistas destacan que Vietnam, busca reforzar su flota submarina por las crecientes tensiones con China por los archipiélagos de Las Spratley y Paracelso.

Después de la normalización de relaciones Beijing-Hanoi en 1991, el conflicto en torno al Golfo de Tonkin se dio por zanjado, no así el relativo a estos grupos de islas -cuentan también con grandes recursos pesqueros-, conflicto que implica además a otros actores (Filipinas, Malaisia y Brunei).

Las islas Paracelso fueron anexionadas por China en 1974, un año antes de la retirada de EEUU de Vietnam, pero Hanoi denuncia esa política de hechos consumados. Las detenciones de pescadores vietnamitas por guardacostas chinos exacerban la tensión, así como la instalación de una base naval china en la isla meridional de Hainán.

Hanoi y Moscú tienen una larga historia de cooperación. Además de la ayuda militar durante la guerra de liberación, la URSS sostuvo a Vietnam frente a los bloqueos de EEUU y de China (por la cuestión de Camboya).