El Gobierno ruso acusó a la Administración Obama de frenar las negociaciones sobre desarme nuclear en los últimos días. «Ellos invocan la necesidad de instrucciones complementarias», declaró el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov.

Un reponsable estadounidense adelantó el miércoles que EEUU y Rusia no llegarán a un acuerdo antes de fin de año para reemplazar el START 1, tratado de reducción de armas nucleares estratégicas firmado en 1991, en plena desintegración de la URSS, y que expiró el pasado 5 de diciembre.

Las discusiones en curso en Ginebra «se mantendrán hasta Navidad y se interrumpirán durante las fiestas para retomarse en enero», precisó.

«Error de Obama»

No faltan expertos pro-occidentales que imputan a Moscú el retraso en alcanzar un acuerdo.

Alexandre Golts interpreta que «para Rusia es importante que estas negociaciones se eternicen y seguir bajo los focos».

Una fuente diplomática citada por la edición rusa de «Newsweek» pone el suyo en el tándem en el poder en el Kremlin y asegura que el presidente, Dmitri Medvedev, apostaba por un nuevo acuerdo antes del 5 de diciembre, pero que el primer ministro, Vladimir Putin, le convenció para «no apresurarse».

EEUU había insistido en la firma antes de que el inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama, recibiera el Nobel de la Paz en Oslo. «Fue un error táctico», insiste esta fuente, que asegura que esa insistencia fue interpretada como una muestra de debilidad y de urgencia por parte de Washington.

Estas fuentes ocultan que el START 1 fue firmado por una URSS en agonía, lo que redundó en que EEUU pudiera imponer sus condiciones.

En esta línea, Moscú condiciona la reducción de cabezas nucleares con un avance en aspectos como los bombarderos pesados y la defensa antimisiles, en los que EEUU tiene clara ventaja.