La familia sigue siendo el tema estrella del cine francófono
«Toda la culpa es de mi madre»
El segundo largo de la realizadora belga Cécile Telerman es una comedia coral con un gran reparto encabezado por Charlotte Rampling, que ejerce como matriarca de un clan algo rocambolesco, el cual es visto de forma fabulada y con la ironía como base para el retrato familiar. Los diálogos tienen mucha chispa, y en ellos ha colaborado de nuevo Jerôme Soubeyrand, que ya fue coguionista de Cécile en su ópera prima «¿Por qué las mujeres siempre queremos más?»
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
La institución familiar está siendo objeto de un profundo estudio por parte del cine reciente, pero con mayor hincapié si cabe dentro del mercado francófono. Tenemos los ejemplos cercanos de obras tan extraordinarias como «Un cuento de Navidad», de Arnaud Desplechin; «Las horas del verano», de Olivier Assayas; o «El primer día del resto de mi vida», de Rémy Bezançon. A estos tres títulos se les siguen sumando otros que no quieren ir a la zaga, y entre ellos cabe situar a «Toda la culpa es de mi madre», originalmente titulada «Quelque chose à te dire». Se diferencia de los mencionados por su aire de comedia coral orientada hacia el retrato irónico de un grupo infeliz, donde ninguno de los miembros que integran el clan de los Celliers se escapa al calificativo del rarito. Como suele ser habitual no falta el obligado secreto familiar destinado a provocar tensiones internas, en este caso guardado celosamente por la madre, papel que es interpretado por Charlotte Rampling. De su marido hace Patrick Chesnais, que desde que su jubilara parece ausente, más aún por haber sufrido un infarto. De los tres hijos sobresale la chica artista, a la que da vida Mathilde Seigner, que es la que introduce en el hogar común un elemento extraño, un novio policía incorporado por Olivier Marchal, quien tendrá mucho que observar e investigar.
El mayor atractivo de «Toda la culpa es de mi madre» reside en los divertidos diálogos, coescritos por Jerôme Soubeyrand, que repite colaboración con Cécile Telerman tras su anterior «¿Por qué las mujeres siempre queremos más?», donde demostraron formar una pareja imaginativa que parte de enriquecedoras experiencias personales para dar mordiente a situaciones costumbristas reconocibles por parte del espectador.
Dirección: Cécile Telerman.
Intérpretes: Charlotte Rampling, Mathilde Seigner, Pascal Elbé, Patrick Chesnais, Françoise Lebrun.
Fotografía: Robert Alazraki.
País: Estado francés. 2009.
Duración: 100 minutos.
Género: Comedia familiar.
Olivier Marchal hace de policía en «Toda la culpa es de mi madre» porque ejerció esa profesión antes de dedicarse al cine como actor, guionista y director. Una experiencia que ha vertido en sus realizaciones de cine negro, de las cuales la mejor considerada es «Asuntos pendientes», protagonizada por Daniel Auteuil y Gérard Depardieu. Con el primero ha repetido en la reciente «MR 73», confirmación de las expectetivas creadas con su inicial «Gangsters». Delante de la cámara ha sido dirigido por Christophe Honoré, Gilles Béhat o Guillaume Canet, entre otros.Mikel INSAUSTI.
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