La frase que da título a esta nota, formulada por la periodista y activista Naomi Klein desde Copenhague, resume claramente el espíritu de la propuesta alternativa y de las protestas de quienes forman la oposición a la Cumbre sobre el Cambio Climático. La frase reúne conceptos básicos -acuerdo, ciencia, justicia y efectividad- a los que deberían aspirar los responsables de ese foro, empezando por la ONU. Todo indica que no será así, y que las grandes potencias o bien abortarán un acuerdo real o bien promoverán uno vacío, siempre en base a sus intereses particulares.

Desde el sentido común, quienes exigen responsabilidad a los diferentes agentes han esbozado estrategias de desarrollo humano a largo plazo, modelos capaces de garantizar la soberanía y el bienestar de los pueblos del planeta y de sus habitantes. El problema es que esa fuerza alternativa sigue sin una estrategia para la toma del poder y su gestión. Y así es difícil no sólo vencer, sino incluso ser consciente de en qué ámbitos se han logrado victorias, aunque éstas sean parciales. La razón les asiste, han rescatado las banderas de la ciencia y la justicia, lo que no es poco, pero deben arriesgarse a vencer.