El fiscal mantuvo ayer, en la última sesión del juicio, la petición de entre siete y diez años de cárcel contra trece personas que sufrieron «detenciones preventivas» hace seis años y que estos días se sientan en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional española.

Todos ellos fueron arrestados entre octubre y noviembre del 2003 argumentado que sus nombres aparecían en una documentación incautada a militantes de ETA. La mayoría desmintió en el juicio, que arrancó el pasado miércoles en el tribunal especial, haber recibido cualquier tipo de oferta para entrar en ETA. Sin embargo, el fiscal sigue manteniendo su petición, que oscila entre siete y diez años de carcel.

La petición más elevada se produce por un presunto delito «de integración en ETA» del que acusan a Ikerne Indakoetxea, Ramón López, Zugaitz Izagirre y Carlos Martín, mientras que para el resto se solicitan siete años por «colaboración».

La denuncia por este juicio se ha repetido en las localidades de los procesados, con especial énfasis el sábado en Iruñea, así como en Madrid, adonde se ha desplazado todos los días un autobús desde Euskal Herria.