Los tres jóvenes detenidos por la Policía Municipal de Iruñea el pasado 15 julio en el popular «encierro de la villavesa» han sido condenados a penas que oscilan entre un año y un año y dos meses de prisión. El auto, conocido ayer, acusa a los tres jóvenes -un mexicano, una vecina de Iruñea y un madrileño- de un delito de «atentado a la autoridad».

Los tres jóvenes aseguran, sin embargo, haber sido golpeados por los agentes de la Policía Municipal e incluso haber sufrido un trato xenófobo.

Los hechos ocurrieron en la mañana del día 15 de julio, al término de los Sanfermines. Como cada año, muchos jóvenes con ganas de estirar la fiesta corren por el trazado del encierro perseguidos por un ciclista, simulando el encierro. Una vez concluido, muchos de los participantes se pusieron a correr delante de uno de los autobuses urbanos (las «villavesas»), al igual que se venía haciendo desde mediados de los años 80, antes de que el Ayuntamiento retirara la línea de autobús que hacía este recorrido al considerar que la práctica tenía riesgo físico. Fue entonces cuando aparecieron varias furgonetas de la Policía Municipal y cargaron violentamente. Algunos de los corredores respondieron lanzando botellas.

Los tres condenados fueron arrestados sobre las 8.15 de la mañana tras la violenta carga policial y permanecieron en dependencias policiales hasta el día siguiente, después de un juicio rápido. En esa ocasión, el fiscal pedía para ellos un año de cárcel, que quedaría reducido a ocho meses si aceptaban la sentencia. Todos se declararon inocentes.

Tras ello, se celebró este nuevo juicio, en el que la Fiscalía pedía para ellos 20 meses de cárcel. Tuvo lugar al finales de julio y la sentencia no se conoció hasta ayer.