lucha por los derechos saharauis
La activista saharaui promete «más lucha» desde su casa
GARA | EL AAIÚN
La activista saharaui Aminatu Haidar se mostró ayer, desde su casa de El Aaiún, dispuesta a «seguir luchando hasta el final» por la independencia del Sahara Occidental, y lanzó duras críticas a la actuación de los gobierno marroquí y español.
Postrada en una cama de su hogar familiar, donde sólo ingiere por ahora agua y suero oral, Haidar se dio un plazo de «un mínimo de dos meses» para retomar su actividad habitual.
Mientras familiares y amigos se agolpaban a las puertas de su casa para darle la bienvenida, unos pocos íntimos intentaban preservar la calma para que Haidar pudiese reposar en su pequeña habitación.
La activista saharaui presentaba un buen aspecto físico y aseguró encontrarse anímicamente «muy fuerte» a pesar de los 32 días de huelga de hambre que ha mantenido para protestas por su expulsión a Lanzarote.
Con un hilo de voz todavía algo tenue pero muy firme, Haidar relató con emoción el reencuentro con sus hijos, Hayat y Mohamed, la noche del jueves al viernes, en la que apenas logró dormir. «Cuando el coche que me traía de acercaba a la casa, el pequeño, Mohamed, echó a correr y se subió al coche en marcha; me asusté mucho», recordó, aferrada a la mano de su íntima amiga, la también activista Elghalia Djimi.
Después de la tensa noche que se vivió en las calles del barrio de Casa Piedra, donde se encuentra la casa de Haidar, con enfrentamientos entre manifestantes y Policía, que se empleó con mucha contundencia contra quienes recibieron a la activista saharaui, la calma volvió con las primeras horas de luz.
Sonrisas poco disimuladas, abrazos y una atención permanente a la televisión delataban que el estado de ánimo continúa por todo lo alto tras el final de más de un mes de zozobra por el devenir de una mujer a la que el jueves por la noche se homenajeaba coreando «¡Aminatu, madre de los saharauis!».
Estrategia «estúpida»
Desde su cama, Haidar dedicó duras palabras para el Estado marroquí, cuya estrategia tachó de «estúpida». «Después del discurso del rey Mohamed VI (el 6 de noviembre con motivo del 34 aniversario de la Marcha Verde), Marruecos ha confirmado que no va a aceptar la legalidad internacional ni las convenciones internacionales ratificadas por el país», dijo a los periodistas.
Para ella, la actual situación «es muy peligrosa, un paso atrás. Nosotros como saharauis no vamos a ceder; nada ha impedido nuestra lucha legítima por la autodeterminación».
Haidar también criticó la posición de Madrid, al que acusa de haber tomado partido por Marruecos y su iniciativa de autonomía y de guardar silencio ante las violaciones de los derechos humanos de los saharauis.
Dentro de una semana o diez días, su alimento volverá ser el de siempre, aunque no puede descartarse la aparición de secuelas. Un enfermero amigo de la familia se encargará de velar por la salud de Haidar, precaria desde sus tiempos presa en la Cárcel Negra de El Aaiún.
El presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz, afirmó ayer que el regreso de Haidar es un paso hacia «el final de la represión y las amenazas llevadas a cabo por Marruecos contra los saharauis».