Josu Murua Cayero, de 41 años, y natural de Gorliz falleció ayer debido al mesotelioma pleural que sufría debido al contacto con el amianto en sus primeros años de actividad laboral de marinero.

En una reciente entrevista en GARA, publicada el pasado 7 de diciembre, Murua culpó a los empresarios de haberse aprovechado de la necesidad de los trabajadores y no poner en marcha las medidas de protección adecuadas. Permanecía desde la segunda quincena de noviembre postrado en el Sanatorio de Gorliz, porque el cáncer le afectó la médula, y se quedó paralizado. Recordó en la entrevista que a bordo de los buques trabajaban en contacto con el amianto, sin que nadie les informara de los peligros del mineral cancerígeno.

En la entrevista se mostró esperanzado de continuar en una silla de ruedas y de poder pasar su vida con su hija Alazne, de 13 años, y de conocer a su nuevo hijo, Ander, ya que su mujer está embarazada de ocho meses y medio. Josu Murua es ya la decimocuarta víctima del amianto en lo que va de año, según denunció la asociación Asviamie.

La Seguridad Social ha concedido, por otro lado, la incapacidad absoluta a un empleado de Sidenor de Basauri que sufre un mesotelioma tras estar durante años expuesto a las fibras de amianto. Esta demanda la llevó CCOO que, tras conocer esa decisión, reclama a las empresas que realicen la vigilancia de la salud.