Nadie duda de que la Real tiene esta temporada mucha mejor pinta que las anteriores. Pero tampoco de que la Liga es larga y la ventaja debería ser de auténtico escándalo para poder vender pieles de oso.

Martín Lasarte es el primero en aunar alegría y precaución. El técnico se reconoció ayer «muy satisfecho» con la marcha del equipo, pero al mismo tiempo advirtió sobre los peligros de la «euforia». «Estoy contento, pero la satisfacción dura una semana -aseguró-. Hay que reciclarse partido a partido y mantener ese hilo de neutralidad». Y es que la ventaja del equipo «permite algún traspié», pero poco más. «En una Liga tan larga, esta renta de tan sólo dos partidos resulta pequeña», recuerda el charrúa.

Los blanquiazules tienen la oportunidad de ampliarla mañana, ante un Betis al que, en caso de ganar, colocarían a nueve puntos. Lasarte, que tiene la sensación de estar hablando «de un partido de Primera», advierte del potencial del cuadro verdiblanco, que «posiblemente» tenga la mejor plantilla de la categoría, «con buenas individualidades capaces de resolver».

El técnico uruguayo, por otra parte, no quiso hablar demasiado de Antoine Griezmann, tras el toque de atención del pasado sábado. «Está para jugar, se ha entrenado muy bien durante la semana y no quiero referirme más a esta cuestión de la que se ha hablado mucho en los últimos días», zanjó Lasarte, que no descartó la opción de reforzar el equipo en el mercado invernal.

Expediente a Bueno

El club, por otra parte, hizo público ayer que ha abierto expediente disciplinario a Carlos Bueno a causa de «las desafortunadas declaraciones» que realizó el delantero la víspera sobre el colectivo arbitral. «La Real Sociedad -se decía en la nota- quiere expresar su más absoluto respeto por dicho colectivo, cuya complicada labor merece la colaboración de todos los demás estamentos implicados».

El jueves, Carlos Bueno había asegurado de forma tajante que los árbitros de la Liga «son muy malos». El delantero lamentó que los colegiados no sean dialogantes, al contrario de lo que sucede en su país. «Aquí se ve que no te dejan responder o no te responden y piensan que sacando una amarilla ya tienen la razón», criticó.