Cuando alguien da explicaciones sin que nadie se las solicite, malo. Pero si las da porque se las han solicitado, cuidado. La cosa ya está resuelta: ganó Anne a Belén. Bueno, le metió una paliza, tuvo más del doble de audiencia la primera estatal que Tele 5. Y es lo normal. Las tendencias conservadoras mantiene el tinglado de las costumbres y las supuestas tradiciones. En esta ocasión TVE estuvieron sobre el cincuenta por ciento, por lo que las autonómicas, y las otras generalistas, se quedaron para vestir santos locales y con unas estadística que supongo les pondrán en antecedentes a sus gestores para no invertir ni un duro en años próximos.

Este principio de año vamos a prestar atención a TVE por eso de ser la primera de titularidad pública sin publicidad. Con publicidad acabaron líderes de audiencia del mes de diciembre y empezaron muy bien según Sofres. Pero no importa mucho. Vimos en La 2 un programa muy sugerente: la defensora del telespectador, Elena Sánchez, pidiendo explicaciones a los responsables de los programas que habían recibido algunas quejas. Un ejercicio muy sano. Las explicaciones, bueno, se admiten, pero la referida al motivo por el que se suprimieron las contestaciones de los familiares de los marinos del Alakrana en euskera, estaban un poco pilladas por los pelos. Se entienden, pero responden a una actitud defensiva. Sin más.

La que me pareció interesante, al menos para la tarde de un primero de año, tras el montaje musical ofrecido por los servicios informativos mezclando en bellas imágenes los saltos de esquí y el concierto de Viena, era que se quejaba un señor de que cuando mostraban el mapa meteorológico se tapaba con el cuerpo del profesional durante muchos minutos las Illes Balears. Salió la titular de esa sección y lo explicó de manera muy sencilla y entendible hasta cualquiera y demostró la imposibilidad de no tapar alguna parte del mapa durante algunos segundos y nos aseguró que cuando en el mes de mayo se emita en panorámico, 16:9, les quedará más márgenes en los laterales para no quitar ninguna visión. Qué suerte tenemos, Europa existe. Seis meses de asfixiante publicidad europeísta.