Los trabajadores de Porcelanas Bidasoa, empresa ubicada en Irun, decidieron encerrarse en la fábrica el pasado miércoles al no ver garantías de cobrar las indemnizaciones que se recogen en el expediente de extinción de empleo.

El documento, aprobado por Delegación de Trabajo el pasado mes de noviembre, fijaba como fecha límite para el cierre el pasado 31 de diciembre, y en él se contemplaba que los empleados deberán cobrar 45 días por año trabajado. El 30 de diciembre, parte de la plantilla comenzó a recibir las cartas de rescisión de contrato pero «no venían acompañadas del preceptivo cheque con las indemnizaciones», según Aintzane Sancho, delegada de personal.

Sancho explicó que la gerencia no ofreció una respuesta convincente sobre los motivos por los que no se garantiza el cobro de las cantidades que recoge el ERE, por lo que decidieron encerrarse en la fábrica a la espera del cobro de «la mensualidad, la paga que nos adeudan y las indemnizaciones». Sólo a las 19.00 del último día de 2009 consiguieron recibir las indemnizaciones.

El sindicato ELA criticó que las 47 personas que quedaban en plantilla haya tenido que sufrir hasta el último momento el sufrimiento por el cierre y el «escarnio» de ver retrasado el cobro de de las indemnizaciones. Según el sindicato, la planta guipuzcoana podría haber salido adelante si en su momento hubiesen mostrado voluntad por consolidarla las instituciones y la empresa.