SEGUNDA B
Un triunfo que bien debe valer como punto de inflexión
El Pontevedra se estrelló contra la seriedad de un Alavés que gestionó bien el gol logrado al filo del descanso.
PONTEVEDRA 0
ALAVÉS 1
GARA | PONTEVEDRA
El Alavés ha comenzado el nuevo año con una importantísima victoria ante un rival directo y en un campo muy complicado, tanto por el buen hacer del conjunto gallego en casa, como por el horrible aspecto, lleno de barro y lodo, que presentaba el césped. El conjunto local arrancó más ambicioso y centrado que los babazorros. El primer cuarto de hora se jugó en campo alavesista, aunque el once gallego vivió más de sus individualidades que del juego colectivo.
A partir del cuarto de hora, el Alavés se fue desperezando y el Pontevedra iba perdiendo fuelle. El duelo se convirtió entonces en un bombardeo de lado a lado, sin demasiado sentido de juego. Ninguno de los dos equipos era capaz de encontrar el centro del campo. El conjunto babazorro intentaba desplazamientos largos de balón buscando a extremos y delanteros, pero aunque inquietaba a la defensa local no llegaba a rematar en ningún caso a portería.
Pese a su teórica superioridad en el centro del campo, ante las bajas alavesistas, el Pontevedra era incapaz de combinar y se iba desesperando, tanto él como su afición, cediendo metros al equipo de Pereira, que en el último cuarto de hora dispuso de varias acciones a balón parado para adelantarse. En una de esas situaciones, minuto 43 de partido, Raúl Llorente centraba desde la izquierda tras la salida de un saque de esquina y Castells, completamente solo en el segundo palo, cabeceó con suspense al fondo de la red.
El Alavés renunció a atacar en la reanudación. El Pontevedra se hizo con el control, pero el Alavés acumulaba futbolistas detrás de la línea que marca la pelota. Alguno no entendió la filosofía demasiado conservadora de Javi Pereira, ya que al otorgarle el dominio de balón al conjunto gallego, también llegaron algunas opciones para los locales.
Sin embargo, el Alavés se replegaba bien y no dejaba resquicios a los arietes pontevedreses, que comenzaron a desesperarse y a realizar jugadas precipitadas. Los babazorros se dedicaron a gestionar la distancia, y mantuvieron lejos de portería el ímpetu local. A pesar de la importancia de los tres puntos, más importante es la lección que debe sacar el Alavés del partido. En Segunda B las victorias se basan en tres pilares: esfuerzo, sudor y defensa.