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SEGUNDA El cuarto queda a siete puntos

La Real no aprovechó su ventaja en el marcador ni la numérica

Jugó con un jugador más 37 minutos y, cuando logró traducir esa superioridad en el marcador con un gol de Zurutuza, permitió empatar al filial del Villarreal en un remate de Marco Rubén de mucha dificultad.

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VILLAREAL C.F.B 1

REAL SOCIEDAD 1

Joseba ITURRIA

La Real no aprovechó la ventaja que supuso jugar 37 minutos con uno más por la expulsión de Musacchio y adelantarse con un gol de Zurutuza para obtener un triunfo que le habría permitido alejar al tercero a ocho puntos y al cuarto a nueve. La verdad es que tampoco hizo méritos para ganar y el empate le sirve para mantener su distancia con casi todos los rivales directos menos Hércules, Numancia -cuarto a siete puntos- y Nástic, pero ningún realista pudo acabar satisfecho ayer.

Lasarte trasmitía sus temores desde el mismo momento en que acabó el último partido del 2009 de que su equipo pudiera acusar la resaca de la borrachera de euforia que dejó alrededor del equipo la victoria contra el Betis. Lo repetía en su comparecencia previa al partido y tras el empate dejó clara su sensación de que se había confirmado el temor de que su equipo acusara el parón y la sensación de que ya se ha logrado el ascenso cuando aún no se han sumado ni la mitad de los puntos necesarios para cumplir el objetivo.

El partido de la Real de ayer fue malo, pero no peor que el ganado hace tres semanas a pocos kilómetros de allí ante el colista Castellón. Y lo habría ganado igual si no llega a mediar una genialidad de uno de los mejores delanteros de la categoría. Independientemente de que Estrada, Xabi Prieto, Mikel González y Bravo no tuvieron en esa jugada la tensión necesaria, lo que hizo Marco Rubén para marcar su décimo gol de la temporada está al alcance de muy pocos delanteros porque su remate era casi imposible. Sólo lo puede firmar la estrella que el Villarreal quiso fichar cuando pagó al River Plate cinco millones cuando tenía sólo 21 años.

Si no llega a mediar esa genialidad en la única jugada de peligro del Villarreal B de todo el segundo tiempo, la visión del partido sería diferente, pero la realidad es que ganar en la Ciudad Deportiva es mucho más complicado que vencer al Betis como visitante y sólo lo ha conseguido el Rayo Vallecano.

El Villarreal B juega muy cómodo en su estadio, con un césped perfecto para desplegar la calidad técnica de sus futbolistas y demostró tener un equipo muy bueno. Hasta la expulsión superó ligeramente a la Real y, pese a la inferioridad, no fue menos en la segunda parte. Por eso el punto, sin ser bueno sobre todo por la ventaja que tuvo en el plano numérico y en el marcador, tampoco es malo porque los de Martín Lasarte no merecieron más.

 Un partido contra once

Porque hasta la injusta expulsión de Musacchio, la primera tarjeta por mano no estaba justificada porque no hubo intencionalidad y la segunda pareció rigurosa, el Villarreal estuvo más cerca del gol que la Real.

Bravo ya tuvo que salir de su portería de manera arriesgada tras un fallo de Ansotegi y realizó un paradón a remate de Cristóbal, que poco antes había rematado una falta de manera peligrosa. Después fue Mario el que disparó fuera por poco.

La Real cedió al filial castellonense la iniciativa en el juego y apeló a su seguridad defensiva a la espera de alguna contra o una jugada de estrategia. Tuvo la oportunidad antes del descanso de adelantarse en el rematador en una contra llevada por Agirretxe con el apoyo de Nsue que el usurbildarra desaprovechó. No tuvo su día, pero tampoco era fácil porque fue el único balón que recibió en buenas condiciones y con esa oportunidad desaprovechó también la opción de cuestionar la titularidad que le ha ganado Carlos Bueno.

Tampoco Markel, que intentó presionar más arriba de lo que lo hace Rivas, aprovechó su segunda titularidad de la temporada ni Aranburu ni Sergio hicieron buenos los minutos que jugaron contra un equipo que no dejó de jugar al fútbol ni cuando se vio en inferioridad.

Al margen del gol marcado en una buena jugada de Griezmann y Zurutuza, la Real sólo tuvo en superioridad una clara oportunidad en la única ocasión en la que Xabi Prieto se pareció al jugador que se lució ante el Betis y Ansotegi remató con la pierna en lugar de utilizar el pie en una situación inmejorable.

Lo peor fue que sin hacer mucho encontró el gol que en casi todos los partidos garantiza la calidad de los jugadores realistas y por vez primera desde la tercera jornada de Liga se dejó empatar en una acción en la que Mikel González y Bravo aún se estarán preguntando cómo pudo rematar Marco Rubén.

Todavía quedaba un cuarto de hora para poder hacer valer la superioridad y sólo tras el empate empezó a dar por bueno el resultado el cuadro local, que retrasó sus líneas sin que los blanquiazules encontraran espacios porque movieron el balón con excesiva lentitud y no fueron capaces ni tan siquiera de inquietar a Juan Carlos.

Además en la prolongación Estrada vio una segunda tarjeta tan rigurosa como la de Musacchio que hizo que el partido se terminara de equilibrar, aunque ni cuando la Real tuvo superioridad numérica fue superior. Por eso y por la dificultad que tiene ganar en Villarreal no hay que dar por malo el punto, sobre todo si sigue la fortaleza del equipo en Anoeta, donde ha ganado los siete últimos partidos ante su público y donde jugará tres de los cuatro siguientes. Para seguir esa racha deberá recuperar la intensidad perdida en el parón navideño porque aún falta mucho para poder relajarse.

Lasarte entiende que la euforia que rodeó al equipo tras ganar al Betis le perjudica

Lasarte dio la sensación tras el partido de esperar una bajada de intensidad en su equipo por la euforia que le rodea: «De la misma manera que no me parecía adecuado el entorno pesimista del inicio, ahora escucho que ya está, que los que llegan con tantos puntos a esta jornada ascienden y estas cosas complican. Hay que tener la cabeza bien puesta. Falta muchísimo, más de medio campeonato. Comimos mucho turrón. Los equipos tienen vaivenes, por suerte a los demás les pasa más, y si teníamos que recibir un golpe que fuera el menos importante. El vestuario está triste porque la intención era ganar y nos encontramos con una victoria parcial que no pudimos mantener, pero sumamos un punto fuera ante un buen equipo».

Vio «un partido complicado frente a un rival difícil y nuestro equipo no tuvo una de sus mejores tardes, le faltó una marcha. Le vi con pocas ideas, con buena entrega, pero le faltó chispa e intensidad. A poco del final y tal como iba el partido, estar ganando no era poca cosa. Ellos en algunos momentos tuvieron un mejor dominio, pero tuvimos más ocasiones y yendo en ventaja un equipo debería ser lo suficientemente maduro o tener la personalidad para sostener esa diferencia, porque la única ocasión que tuvieron en la segunda parte marcaron. Parece que un empate fuera no es válido y sin ganar no podemos estar contentos, pero era un partido trampa por los condicionantes del rival, el campo, por el entorno... Lo advertí, no estoy contento, pero sumamos un punto más».GARA

Entrenamiento para los que no jugaron de inicio

La Real regresó en autobús y sólo se entrenarán hoy en Zubieta a las 15.30 los que no fueron titulares ayer. El martes a las 10.30 todos comenzarán a preparar el partido del sábado a las seis contra el Cádiz en Anoeta (ETB).

Abreu ficha por el Botafogo tras dejar el Aris

Sebastián Abreu, que llegó hace un año a la Real y después no quiso renovar al ser sustituido Lillo para ir al Aris, ha fichado por el Botafogo brasileño por dos temporadas después de que rescindiera su contrato con el equipo griego, con el que no cobraba lo estipulado.

El juvenil ganó y empataron el Easo y los cadetes

El juvenil ganó 1-4 a la Peña Balsamaiso y queda a cinco puntos del Athletic, que no ganó al Indartsu (2-2). Empataron el Easo en Tolosa (1-1), y 2-2 el primer cadete ante el Eibar y el segundo en Bergara.

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