El partido de esta noche, a partir de las 20.30 en Valladolid, no es una final, ya que aún resta la segunda vuelta al completo. Pero teniendo en cuenta que el conjunto vallisoletano será uno de los equipos que luche hasta el final para evitar el descenso, más le vale a Bizkaia Bilbao Basket aparecer por el pabellón Pisuerga con la cara pintada de camuflaje, porque se va a meter de cabeza en la guerra.

Ni más ni menos. Perder en Valladolid supondría darle tres victorias de ventaja a un rival directo más el average, de modo que no, no es una final, pero si los hombres de negro caen esta noche se van a meter en un berenjenal de difícil salida.

Con todo y eso, parece que el ambiente en el seno del cuadro vizcaino ha mejorado tras la llegada de Axel Hervelle a sus filas y el holgado -aunque con susto inicial- triunfo sobre el Spirou Charleroi en la Eurocup. En palabras de su técnico, Txus Vidorreta, esta semana ha sido «la mejor de la temporada» en cuanto al trabajo de preparación realizado. El entrenador bilbaino considera que su equipo ha dado «un paso adelante» en una semana en la que por fin ha pasado sin lesiones y que con la llegada de Axel Hervelle -que tratará de refrendar su buen debut como hombre de negro- le ha permitido entrenar con «mayor intensidad y con cuatro pivots de los que quieren los cuarenta minutos».

Casta por calidad

Jugador por jugador, no hay duda de que Bizkaia Bilbao Basket posee mejor plantilla -de largo- que el Valladolid. Pero el cuadro entrenado por Porfi Fisac -ex del Bruesa GBC, un técnico acostumbrado a sacar petróleo de escasos recursos- es aguerrido como pocos. Su última victoria -en Murcia por 96-101- ha puesto a los castellanos en el grupo de equipos con seis victorias.

Jugadores como Van Lacke o Diego García -último MVP en la liga- impulsan el corazón pucelano; Battle y Barnes fortalecen su juego interior, mientras que Isaac López -otro ex Bruesa GBC- y Chase, baja casi segura por lesión, ponen la calidad; Dumas, Puyada, Baldo y Grunfeld completan la rotación. El propio Vidorreta corroboraba el peligro de su rival en la previa. «Le pone mucho ritmo y llega con moral tras ganar en Murcia».  

Por lo pronto, los hombres de negro han ganado una pequeña batalla: unos 300 aficionados se desplazarán a Valladolid. «La afición está con el equipo», aseveraba el de Indautxu ante tamaño éxito. No está mal.