Condena política unánime contra el ataque de disidentes republicanos
Peadar Heffron, un policía norirlandés católico, gaélico parlante, capitán del equipo policial de fútbol gaélico y emparentado con un miembro de Sinn Féin, estaba en estado crítico en el Royal Victoria Hospital de Belfast a consecuencia de la explosión de una bomba adosada a los bajos de su coche cuando iba a West Belfast. La clase política -del unionismo al republicanismo- y la religiosa condenaron la acción que se atribuye a grupos disidentes republicanos.
Soledad GALIANA |
El oficial de la Policía norirlandesa Peadar Heffron se encontraba en estado crítico en el hospital Real Victoria de Belfast a consecuencia de la explosion de una bomba lapa colocada en su vehículo. La explosion se produjo cuando Heffron-de 33 años, católico, gaélico parlante, capitán del equipo de fútbol gaélico de la Policía norirlandesa y familiar de un cargo de Sinn Féin- se dirigía desde su domicilio en Randalstown, en el condado de Antrim, a West Belfast, donde estaba destinado.
Heffron, que fue hallado consciente tras la explosión, sufrió heridas de gravedad en la zona pélvica. La bomba estaba adosada a los bajos de su Alfa Romeo azul. El agente fue inmediatamente trasladado al hospital de Belfast donde permanecía ingresado. Una docena de vehículos policiales custodiaron la ambulancia.
Esta nueva acción, de la que se responsabiliza a grupos disidentes republicanos, tuvo lugar a tan sólo tres kilómetros del cuartel militar de Massereene, donde dos soldados perdieron la vida a consecuencia de disparos efectuados por miembros del IRA Auténtico el pasado mes de marzo.
El pasado año, Heffron, que se unió al cuerpo policial en 2001, fue uno de los policías presentes en la primera reunión en lengua gaélica entre oficiales del Consejo Policial y ciudadanos de Derry.
«Sólo hay un camino: la paz»
El primer ministro norirlandés, el unionista Peter Robinson, el viceprimer ministro Martin McGuinness, de Sinn Féin, y el primer ministro irlandés Brian Cowen, entre otros políticos, y líderes religiosos expresaron su rechazo ante este nuevo ataque atribuido a grupos disidentes republicanos que no se sumaron al proceso de paz.
Robinson, que está atravesando por una difícil situación familiar y política, tildó el ataque contra el oficial de policía de «cobarde y diabólico». «Quienes perpetran estos ataques no conseguirán que el norte de Irlanda vuelva a los días oscuros del pasado. Estoy completamente comprometido con esta promesa. Hay un único camino: el de la paz y la democracia», incidió el primer ministro norirlandés.
El republicano McGuinness destacó la contribución positiva a las relaciones comunitarias de Heffron, mientras que «los autores de este ataque no hacen ninguna contribución, ya que sus acciones no sirven a ningún propósito ni promueven ninguna causa».
El primer ministro irlandés, Brian Cowen, afirmó que este era «un acto de violencia sin sentido», añadiendo que «el pueblo irlandés ha demostrado claramente su deseo de paz y de trabajar a través de un proceso democrático. Esta acción criminal por parte de una grupo minoritario es un ataque contra todos los ciudadanos».
El miércoles, el primer ministro norirlandés Peter Robinson se enfrentó a los medios para confesar que su matrimonio atraviesa por serias dificultades debido a la relación extramarital de su esposa Iris Robinson, la también diputada unionista del DUP en los parlamentos de Belfast y Londres. Veinticuatro horas más tarde, y después de un trabajo de investigación de la BBC, Robinson vio cómo su carrera política también está en el aire por su supuesto conocimiento de los préstamos que su esposa pidió a dos constructores para financiar el bar de su amante, el veinteañero Kirk McCambley.
Robinson dijo ayer desconocer muchos de los detalles que se incluyeron en el reportaje y afirmó que va a solicitar asesoría legal sobre la corrección de sus acciones como primer ministro norirlandés al no declarar el dinero solicitado por su esposa, y que él cree que habrá ido directamente a McCambley, quien afirmó que Iris Robinson le pidió 5.000 de las 50.000 libras esterlinas donadas por los constructores.
El viceprimer ministro republicano, Martin McGuinness, ha solicitado una reunión urgente con Robinson para pedirle explicaciones, mientras que el unionista UUP ha pedido la cabeza del primer ministro. Iris Robinson anunció su abandono de la vida política, pero aún no ha presentado su dimisión oficial. S. G.
