De nuevo, la playa de La Arena fue escenario de una concentración de la plataforma ciudadana que se opone a la extracción de 10 millones de metros cúbicos de arena del fondo marino para rellenar los nuevos muelles del Puerto de Santurtzi. Surfistas, ecologistas, vecinos y simples usuarios del arenal más visitado de la costa vizcaina -por cerca de un millón de personas al año- denuncian que la Autoridad Portuaria, con el beneplácito del Ministerio español de Fomento desde 2005, quiere robar el bien más preciado de ese entorno natural castigado por la actividad industrial, su arena.

«Uno de los pocos lugares de esparcimiento con el que contamos, junto con las marismas del Barbadun y el parque de Itsaslur va a ser, simplemente, borrado del mapa si no nos oponemos frontalmente a sus planes», declaran los opositores al controvertido proyecto cuyas actividades comenzaron a mediados de diciembre. Aclaran que la afección negativa no se limita a convertir los fondos de la costa en una enorme cantera submarina, también a la repercusión sobre la salud humana. «Miles de toneladas de metales pesados como plomo, cadmio o zinc que llegaron durante décadas por la ría del Nervión a los lechos marinos van a ser removidas y esparcidas por las aguas donde nos bañamos y otras muchas personas disfrutan de deportes como el surf», argumentan.

Dicen estar dispuestos a plantar cara «al expolio de arena de la playa»; de ahí, la convocatoria de movilizaciones como la de ayer y la recogida de firmas que entregarán en breve a los responsables de la Autoridad Portuaria. Para responder organizadamente se creó la Plataforma de Ciudadanos en Contra de la Desaparición de la Playa de La Arena, que incide en que no es sólo un problema de los vecinos de Muskiz y Zierbena, o por extensión a los de Ezkerraldea y Meatzeta, sino de todo Bizkaia, ya que es el arenal más concurrido del herrialde.

El protagonismo de los surfistas en esta lucha no pasa desapercibida para nadie. «Son los mejores conocedores de lo que ocurre en la costa cuando se produce una extracción de arena. Lo sufrieron -recuerdan desde otra iniciativa popular, la Coordinadora Anti-Coke- en la famosa ola izquierda de Mundaka y ya habían sentido las recientes pruebas de la draga ``Cristóbal Colón'' que anduvo meses atrás -en primavera- en las inmediaciones de la playa».

En su reflexión, añaden el caso de Bakio, «cuando también de forma alevosa se pusieron a extraer arena de dicha playa para regenerar el daño que se había hecho en la playa de Arrigunaga, en Getxo, por la acumulación de piedras arrastradas por la mar del muelle del Superpuerto de La Galea». Además, critican que el alcalde de Zierbena, el jeltzale Marcelino Elorza, haya dado su beneplácito a la operación de dragado, incidiendo en que, en Bakio, surfistas, vecinos y autoridades municipales se opusieron a la extracción y lograron pararla.

Tras señalar que la playa de La Arena viene sufriendo la acumulación de piedras provenientes del muelle de Punta Luzero, creen que la nueva intervención de la Autoridad Portuaria en el fondo marino va a acrecentar los problemas y puede acarrear la desaparición del arenal.

El proyecto de cantera submarina no es nuevo, ya que el Gobierno español le otorgó todos los permisos en 2005. Su objetivo es succionar hasta 10 millones de metros cúbicos de arena, aunque en una primera fase -hasta final de enero- se arrancarán 1,5 millones a más de dos kilómetros de la costa, en un área cuyo calado es de 25 metros de profundidad. La pretensión inicial era hacerlo a 1,3 kilómetros de la costa, pero las reticencias de los ayuntamientos de Muskiz y Zierbena ha llevado a la Autoridad Portuaria a trasladar la zona de perforación, alejándose de la playa de La Arena.

Dos grandes dragas

Los buques que realizan los trabajos son dos grandes dragas, el ``Gerardus Mercator'' y el ``Filippo Brunelleschi'', de la compañía belga Jan de Nuit. La primera embarcación tiene una capacidad de succión de 18.000 metros cúbicos a una profundidad máxima de 110 metros y 153 metros de eslora. El segundo de los barcos especializados, de 142 metros de eslora, puede extraer cada vez hasta 11.300 metros cúbicos a una profundidad máxima de 77 metros gracias a su doble propulsión.

Una vez llenas sus cántaras, las dragas se dirigen a la zona en la que se acometen las obras de ampliación de los muelles del puerto de Santurtzi, a donde las embarcaciones proyectan a través de una manguera de aspersión la arena extraída, que se obtiene a una profundidad mínima de 19 metros y una máxima de 43.

Los primeros 1,5 millones de metros cúbicos de arena irán a parar al relleno del muelle AZ-3, la sexta expansión del puerto en el Abra exterior, con una superficie de 235.000 metros cuadrados y 600 metros de línea de atraque, adosada a la dársena protegida de Zierbena, cuyas obras deben finalizar en 2010. Este muelle, con un calado de 21 metros de profundidad, según el plan director del puerto vizcaino, se destinará a mercancía general y carga rodante.

A partir de abril, según las previsiones de la Autoridad Portuaria, comenzarán la segunda fase para cubrir el cercano muelle AZ-2, con otros 293.000 metros cuadrados de superficie y una línea de atraque de 654 metros, que se destinará a tráfico de graneles sólidos. Este proyecto está previsto que concluya para 2011.

La pretensión de extraer arena de los fondos marinos ya fue apuntada por el Ministerio español de Fomento en 2005, cuando se tramitó el expediente que permite este polémico proyecto, acompañado de un estudio de impacto ambiental que es cuestionado por el Consistorio muskiztarra y los usuarios de La Arena. Los técnicos de Fomento defendieron que no se producirá ninguna afección negativa sobre la pesca, reflexión en la que incidían los escasos arrantzales que aún quedan en este sector de la costa vizcaina; eso a pesar de que desde la Dirección de Aguas del Gobierno de Gasteiz se sostuvo lo contrario, que al remover los lodos con presencia de cadmio, zinc, plomo y contaminación fecal repercutirá negativamente en la calidad de las aguas.

La antecedente de esta denuncia, según ecologistas y surfistas, es la mancha marrón que se localizó en mayo de 2009 a un kilómetro de la playa después de que otra draga -la ``Cristóbal Colón'' , construida en La Naval- probara su maquinaria antes de partir hacia Dubai para trabajar en la creación de islas artificiales. Los técnicos del Ejecutivo español insisten en que esos trabajos «no presentan impactos ecológicos significativos».

En mayo, el Ayuntamiento de Muskiz instó al Ministerio español de Medio Ambiente, a Capitanía Marítima, a la Diputación y al Ejecutivo de Lakua a iniciar un proceso sancionador contra La Naval, al estimar que los astilleros sestaoarras no disponían de permiso para efectuar las maniobras que enturbiaron las aguas de La Arena. Del caso no se supo nada más aunque ha recobrado actualidad al iniciarse las operaciones de dragado. Quienes las impulsan se justifican diciendo que los trabajos de los dos grandes buques que se realizarán en verano, cuando La Arena está a diario a rebosar.

Uno de los problemas fundamentales en todo lo que rodea a la extracción de fondos marinos es que la legislación española permite a la Autoridad Portuaria realizar estos trabajos y permitir maniobras como la de mayo. Desde hace tres años, es esa institución la que dispone de ellas tras un cambio normativo relacionado con la ampliación de las infraestructuras portuarias en El Abra. Los requerimientos de los consistorios del entorno no sirven para nada en cada caso que se plantea, ya que es el Puerto la autoridad competente en la materia.