El virus de la duda sobre el «montaje de la gripe A» deja a la OMS en cuarentena
El márketing del miedo o la fabricación de enfermedades habría regresado en su grado más lucrativo. La Comisión Europea va a investigar si la OMS se dejó influenciar por las grandes farmacéuticas para declarar el nivel de pandemia frente al virus de la gripe A.
Joseba VIVANCO
El virus de la duda que desde hacía meses se venía inoculando en torno a la gravedad real de la pandemia gripal declarada por la Organización Mundial de la Salud el 11 de junio de 2009, ha mutado. Desde el primer momento las suspicacias, más o menos fundadas, sobre el papel de los grandes laboratorios farmacéuticos en esta crisis sanitaria de nivel mundial, hizo tambalearse la seriedad con la que los gobiernos de todo el mundo y la propia OMS se tomaban la emergencia de este nuevo virus de la gripe. Voces aisladas, sobre todo a través de Internet, sospechaban de que detrás de esta alerta y de la vacunación casi masiva se escondieran fines lucrativos. Hoy, ese pesimismo gana enteros y deja a la OMS en la UVI.
Con los índices de infección de la rebautizada como gripe A bajo mínimos y miles de vacunas puestas a la venta por los gobiernos que otrora se gastaron miles de euros y dólares en hacer acopio de ellas, hace unas pocas fechas una noticia se descolgaba en los medios de comunicación. El veterinario y virólogo holandés Albert Osterhaus, responsable del grupo científico de trabajo europeo sobre la gripe -patrocinado por las farmacéuticas- y miembro del también grupo asesor de la OMS para esta pandemia, está realacionado con dos empresas del sector. A esta científico, al que ya se le conoce como «Mister Flu», se le acusa de ser responsable de montar una estafa en torno a la pandemia e introducir vacunas sin los necesarios procesos de ensayos.
Un supuesto escándalo por desentrañar, al que solapó la decisión que el pasado día 12 adoptó el Comité de Salud del Consejo de Europa: constituir una comisión de investigación sobre el papel de las empresas farmacéuticas en la gestión de la gripe por la OMS y los gobiernos. «La sicosis ha sido un montaje», declaró tajante el impulsor de este comité fiscalizador, el político alemán Wolfgang Wodarg, médico, epidemiólogo y presidente del Comité de Salud.
«No había ninguna razón para hacer sonar la alarma a ese nivel» en los albores de la epidemia, ha declarado el ex miembro del SPD alemán. Quien esta semana ha acaparado muchos titulares en medios de comunicación de toda Europa, denuncia que se ha puesto en riesgo a los ciudadanos porque las vacunas fabricadas no han sido suficientemente probadas. «Queremos sacar a la luz todo lo que haya podido llevar a esta formidable operación de intoxicación», ha declarado, quien no duda de la influencia que las farmacéuticas -e, incluso, el asesoramiento de instituciones de renombre como el Robert Koch alemán o Pasteur francés- han tenido en la decisión de la OMS.
La dudosa declaración de pandemia
Precisamente, la declaración de aquel controvertido nivel máximo de alerta pandémica es uno de los motivos de sospecha. Algunas voces han denunciado que la OMS modificó en mayo en su página web, justo antes de declarar la alarma, la definición de pandemia, para así acomodarla a lo que venía y, supuestamente, contentar a los grandes laboratorios. Hasta entonces, el nivel 6 se reservaba para una enfermedad muy contagiosa y grave; después de eso, la exigencia de la gravedad se eliminó.
Sin embargo, la realidad es que esa sustancial modificación -muy lucrativa para las farmacéuticas, como se ha comprobado en esta crisis- se efectuó en mayo, pero de 2005, como lo avalarían los documentos de preparación para la gripe aviaria. Curiosamente, otras informaciones sitúan ese cambio en 2003.
En cualquier caso, la OMS no estaba siendo ajena a las muchas dudas que estaba cosechando su actuación y ya el día 3 de diciembre en su web colgó un informe en el que era «consciente de algunas dudas, manifestadas por los medios de comunicación, de que los vínculos de los expertos de los organismos consultores de la OMS con la industria farmacéutica podían influir en sus decisiones». Hechos como que hace una década una dosis contra la gripe estacional costara dos dólares en EEUU y hoy se cotice a 15, más o menos como en Europa, no hace sino ahondar en las sospechas de que el lobby farmacéutico, el Big Pharma, como se le conoce, haya presionado y sacado tajada.
Que la directora de los todopoderosos Center for Deseases Control and Prevention (los CDC estadounidenses) sea la nueva directora de vacunas de Merck&Co, a estas alturas de la película no resulta extraño. Pero que, como denuncia Wodarg, Klaus Stöhr, quien fuera el diseñador de los planes de los OMS para esta gripe, como jefe del departamento epidemiológico del organismo, fichara en el interín de la crisis por la farmacéutica Novartis, raya cualquier falta de ética. «Y existen vínculos similares entre Glaxo y Baxter... y miembros influyentes de la OMS», insiste el político alemán.
La decisión del Comité de Salud del Consejo de Europa ha puesto no a los laboratrios, sino a la propia OMS y a los gobiernos en el punto de mira. «No hemos reaccionado exageradamente», se ha apresurado a responder la doctora Margaret Chan, directora del organismo sanitario. «El mundo está atravesando una pandemia real. La descripción de ella como falsa es errónea e irresponsable», ha terciado también el doctor Keiji Fukuda, máximo experto en pandemias de la agencia de la ONU. Por el momento, las críticas han dado como fruto que la propia OMS haya anunciado la apertura de una investigación independiente para analizar su actuación interna ante la gripe A.
Sea cual fuere el resultado de todas esas investigaciones, parace evidente que uno de los pocos organismos mundiales con crédito, la OMS, puede salir tocada en su credibilidad. Y eso resulta muy peligroso no sólo de cara al próximo nuevo virus que surja, sino para la propia medicina científica y racional, la que de verdad cura, frente a las seudomedicinas como la fitoterapia, la hipnosis o la acupuntura, entre otras, que, ver para creer, la propia Unión Europea acaba de financiar con 1,5 millones de euros.