El nivel del río Ebro a su paso por Nafarroa quedó ayer estabilizado, después de haber alcanzado de madrugada un caudal máximo de 1.935 metros cúbicos por segundo a su paso por Castejón. Este pico supone una altura del agua de 7,04 metros, cifra superior al máximo nivel alcanzado el pasado año, que fue de 6,7 metros en este mismo punto y tuvo un aforo de 1.706 metros cúbicos por segundo.

En esta ocasión la regulación de los distintos embalses de la cuenca del Ebro ha permitido una reducción de los caudales máximos aguas abajo de los mismos.

Durante la jornada de ayer algunos de estos embalses realizaron suelta de agua de forma controlada para acoger así los nuevos aportes de agua que se esperan tras las nevadas y las lluvias de los últimos días.

Según informó la Confederación Hidrográfica del Ebro, en el caso del pantano de Esa se desembalsaron ayer 300 metros cúbicos por segundo, una vez que la crecida del río Aragón ya había pasado al encuentro con el río Arga y la posterior unión de ambos con el Ebro.

En lo que respecta a los embalses de Ullibarri y Urrunaga, en Araba, se estuvieron desalojando 10 metros cúbicos por segundo para hacer un hueco a las nuevas aportaciones de agua previstas en los próximos días.

Según las previsiones meteorológicas, continuará lloviendo con mayor o menor intensidad al menos durante los tres próximos días en la mayor parte de Euskal Herria, y las precipitaciones serán de nieve en el Pirineo.