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Victoria rojiblanca

Rugido con muchos decibelios

Un cabezazo de Llorente permite al Athletic sumar su primer triunfo del año ante un Real Madrid que nunca se rindió.

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ATHLETIC 1

REAL MADRID 0

Amaia U. LASAGABASTER | BILBO

San Mamés recibió 2010 con una alegría largamente esperada. Hacía cinco años que el Athletic no conseguía hincarle el diente a la galaxia, pero un cabezazo de Fernando Llorente a las primeras de cambio, un despliegue físico impresionante y la actuación destacada de Gorka Iraizoz le permitió frenar a un Real Madrid que nunca se rindió, lo que concede más mérito al triunfo bilbaino.

Los rojiblancos, además, celebraban su primera victoria de un mes de enero en el que se han depositado muchas espectativas y que hasta anoche se había saldado con poco que rascar. Aunque, probablemente, la situación clasificatoria del equipo no fue algo a lo que se prestara demasiada atención en una noche que tuvo todo lo que se podía pedir: mucha intensidad, tensión, emoción y, evidentemente, triunfo local.

Que se fraguó de inmediato. En sólo dos minutos, el Real Madrid se vio en el infierno. Porque en solo dos minutos, el Athletic envió dos balones al poste, rascó otros tantos saques de esquina y anotó su gol. Así, sin respiro, arrancó el choque. Con una jugada de Fernando Llorente por banda izquierda, que Gurpegi y, al rechace, Toquero, remataron al poste. Llegaron los dos córners y en el segundo, un perfecto cabezazo de Llorente estableció el 1-0.

San Mamés explotó, pero no tardo en comprobar que, como todo en esta vida, incluso un panorama tan idílico como adelantarse al Real Madrid nada más arrancar el partido tiene también su precio. En este caso, el zafarrancho de combate al que se vio sometido el Athletic por un rival consciente de los pocos tropiezos que admite la lucha por la Liga y dispuesto como nunca al cuerpo a cuerpo. Porque en eso, el equipo merengue es, en buena medida, como cualquier otro; se pone el mono de trabajo, en la confianza de que sus mejores hombres resuelvan cuando llegue la ocasión. El problema para sus rivales es, y eso convierte cualquier partido en una cita no apta para cardíacos, que en una plantilla así, todos son «sus mejores hombres».

Aun cuando no tienen su mejor noche. O el rival tiene la pizca de suerte necesaria para tomar ventaja y pone después todas las armas a su alcance para conservarla. Ese fue el caso de un Athletic que, posiblemente, disputó el encuentro de mayor exigencia física en lo que va de temporada -y respondió a la perfección- y contó, además, con la inspiración de Gorka Iraizoz, que acabó convirtiéndose en el hombre del partido junto a Llorente. Y es que pese al esfuerzo de los rojiblancos, el potencial ofensivo merengue dio sus frutos: hubo ocasiones, más o menos claras, hubo remates y hubo siempre respuesta del guardameta navarro.

El balón, madridista

Ni la mejor defensa del mundo habría podido evitar que tuviese trabajo, teniendo en cuenta que la posesión fue, durante el primer tiempo, monocolor. Se hablaba la víspera de la importancia de que el Athletic pudiera arrebatarle el balón a su rival. No lo consiguió. Este Real Madrid tiene músculo, no hace ascos a utilizarlo y cada vez que un rojiblanco se hacía con la pelota, se encontraba de inmediato con dos o tres rivales que casi siempre se salían con la suya. Aunque los merengues se encontraron con un panorama similar, once leones que se multiplicaban para impedir que pudiese moverse con comodidad. Los chispazos de calidad se lo permitieron por ocasiones... y ahí estuvo Iraizoz. O la madera, que también se le apareció al Real Madrid. Fue a diez minutos del descanso, tras una bonita acción de Kaká y Benzemá, que el francés envió a la base del poste de disparo cruzado.

Hubo menos nervios en el arranque del segundo tiempo. Los madrileños se tomaron un pequeño respiro y el Athletic aprovechó para hacer lo propio y, de paso, estirarse un poquito. Una combinación entre Benzemá y Cristiano Ronaldo, que acabó con remate del portugués y nueva parada de Iraizoz puso fin a la tregua. Porque el Real Madrid estaba lejos de rendirse y el Athletic más lejos aún de poder relajarse. Las pocas ocasiones en las que se lo permitió el rival, se lo impidió el árbitro. Porque o bien las vueltas que se han dado en Madrid a su último arbitraje en el Camp Nou, el villarato y demás pamplinas, surtieron efecto, o, más probablemente, porque es malo -cualquiera olvida su festival tarjetero de la temporada pasada frente al Racing-, González Vázquez volvió a dejar en evidencia los lloros que tan frecuentemente se escuchan en la capital española.

La polémica

Por suerte, esta vez no hubo que lamentarlo, aunque tampoco faltó demasiado. Y es que en tiempo de descuento, y con el Real Madrid totalmente volcado en la portería de Iraizoz, el Athletic consiguió alcanzar el área, donde Fernando Llorente fue objeto de un más que posible penalti. El árbitro no sólo se lo comió -provocando que, en la respuesta visitante, Iraizoz tuviera que volver a lucirse ante un chutazo de Ronaldo-, sino que premió a los bilbainos con la expulsión de Gurpegi, dos minutos después.

Al menos esta vez, nadie podrá poner peros al triunfo del Athletic.

«Esto tiene que aumentar nuestra autoestima a nivel colectivo e individual»

Imposible encontrar un pero a la victoria del Athletic. Empezando por su entrenador, que se reconoció encantado con un triunfo de especial mérito.

No en vano llegó «ante un equipo como el Real Madrid, que hace más grande la victoria. Porque ya hemos visto que ha sacado todo el potencial». El técnico admitía que «hemos tenido la fortuna de ponernos por delante y eso nos ha dado confianza», pero también destacaba que «hemos sabido neutralizarles. Estamos hablando de un equipo de elegidos -insistió-, que tenía todo su potencial en el campo. Pero les hemos cerrado bien, nos hemos organizado bien, hemos hecho muy bien las coberturas y además hay que tener en cuenta ese acierto de Gorka, que ha tenido un par de paradas sensacionales. Que ante un equipo como éste hay que tenerlas más en cuenta».

En definitiva, que fue una noche «muy dulce para todos. Estoy muy contento por la afición, que se lo ha ganado y por los futbolistas, que se lo han currado».

Caparrós, además, cree que esta victoria -más aún teniendo en cuenta que la temporada pasada se cayó en todas las citas ante los mejores de la Liga- «tiene que aumentar nuestra autoestima a nivel colectivo e individual». Algo que, en realidad, ya está sucediendo, en opinión del entrenador andaluz. «La trayectoria es buena, la gente está trabajando muy bien. Hemos tenido un borrón, con la eliminación en la Copa, pero el equipo sigue adelante en Europa y va creciendo a nivel de conjunto y a nivel individual. Eso da una mayor competencia y es muy bueno para un entrenador».A.U.L.

Los rojiblancos acaban con cuatro años de sequía

El Athletic se sacó una espinita con su victoria de anoche, después de que las cuatro anteriores visitas del Real Madrid a la Catedral se hubieran saldado con triunfo madridista. La última celebración se remontaba a la temporada 04/05, cuando el equipo entrenado entonces por Ernesto Valverde se impuso por 2-1.

Quinto aniversario con gol para Llorente

Fernando Llorente celebró sus cinco años como jugador del Athletic anotando el gol de la victoria. El delantero debutó con el primer equipo rojiblanco el 16 de enero de 2005, de la mano de Ernesto Valverde, en un choque de Liga contra el Espanyol.

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