Raimundo Fitero

Marchante

Es difícil admitir que todos tenemos una historia, unos antecedentes, que hemos estado habitando o militando en territorios ideológicos a los que hemos ido dejando escondidos en los armarios o en las trucadas biografías. Karmele Marchante es periodista. Y el tiempo del verbo lo coloco de manera expresa. Su trayectoria, larguísima trayectoria, demuestra que en su momento supo estar allá donde menos convenía para una trepadora. Lo que hoy vemos cada tarde en Tele 5 es una recomposición, una remodelación física y ética de aquella mujer que entrevistaba con agilidad, escribía con mucha agudeza y se movía sin esconderse por las izquierdas con apellidos. Es más, lleva unos meses que aun estando en un programa de los que intentan no rascar la realidad, ella mantiene sus cartelitos, sus reivindicaciones, solidaridades o denuncias. Es una pose que en ocasiones mantienen con sólidas argumentaciones aunque en un contexto poco fiable.
Ahora ha vuelto a convertirse en una luchadora de los derechos democráticos, de las sumas y restas de votaciones, da mítines en los que reclama limpieza a TVE, solicita con contundencia inusitada, utilizando un lenguaje de enfrentamiento guerrero, casi provocando un conflicto entre cadenas y socavando todavía más la poca credibilidad del ente público y el sistema de elección de candidatos para acudir al concurso cantarín de Eurovisión. En una parte de sus denuncias se le puede apoyar ya que la oscuridad que preside el proceso de selección, los miedos de los directivos, las manipulaciones y todos los subterfugios por los que se transita es bastante evidente. Me produce una risa nerviosa el que se argumente con los más de cien mil votos conseguidos como invalidación de cualquier acción respecto a las supuestas reglamentaciones a aplicar. Hablar de indefensión jurídica ante estas memeces me parece bastante excesivo, pero en su conjunto, la jugada les ha salido perfecta. Queda claro que TVE tiene un problema más, y que Tele 5 está encantada con el lío. Y que Karmele Marchante está ocupando más minutos televisivos que nunca. Cosas de este espectáculo en el que se ha convertido la televisión.