Liga ACB I Caja Laboral Baskonia se impone al Bizkaia Bilbao Basket en el derbi del BEC
El peso de la iniciación baskonista
A pesar de las bajas y de la reacción bilbaina en el tercer cuarto, los de Ivanovic se impusieron gracias a su acierto en el lanzamiento.
Arnaitz GORRITI I
En casi todos los colectivos hay ritos de iniciación. Todos ellos simbólicos, algunos, como los que practican las «maras» centroamericanas, son de una brutalidad que enlaza el vínculo en el grupo con sangre -véase la película «Sin nombre», de Cary Fukunaga-. Pues algo así le pasó ayer al Bilbao Basket de Fotis Katsikaris, que pagó con sangre el ritual de iniciación realizado por el conjunto baskonista.
Al final la clave está en hacer pasar la bola por el aro, y ahí los de Dusko Ivanovic se mostraron mucho más eficaces que su rival. Motivadísimos ante un graderío que empujaba a los de negro -aunque la representación gasteiztarra también se hizo notar-, el acierto de los jugadores alaveses en los tiros de campo -hasta Splitter clavó un triple- resultó una losa demasiado pesada para los bilbainos. Y eso que desde la línea de tiros libres fallaron todo y más y que los de Katsikaris cargaron con fuerza el rebote de ataque.
Con todo y eso, los gasteiztarras se impusieron con solvencia a pesar de que emplearon sólo ocho piezas, ya que Eliyahu no jugó -Ivanovic anunció la llegada de «uno o dos recambios» para el Top 16-, que Herrmann jugó 9 minutos y Singletary ¡sólo 2! Splitter fue el amo bajo los aros -pese a sus 6 tiros libres errados- mientras que los tiradores dieron un recital, especialmente en aquellos tiros en el último segundo de la posesión.
Reacción a la reacción
El derbi sólo tuvo intriga en el tercer cuarto. Tras el 36-44 del descanso, los hombres de negro apretaron en defensa y entre Banic y Mumbrú voltearon el marcador. Entre medias, un par de decisiones arbitrales discutibles, con antideportivas que desquiciaron a los de Ivanovic. Un triple de Mumbrú daba la única ventaja local: 53-52.
Pero la reacción bilbaina tuvo una rápida contestación. Ribas anotó primero el 53-54 y después, con la sirena de final de cuarto, cerraba un parcial de 0-10 con un triple que dejaba helados a los vizcainos. Entre medias, volantazo del criterio arbitral con una injusta antideportiva a Javi Rodríguez.
Quedaba el cuarto final y Huertas, que fue recibido con pitos, pidió su turno. El base paulista apuntilló a sus ex compañeros con un par de espectaculares canastas, destacando un triple con rectificado en el aire dificilísimo. Como en el debut de Bilbao Basket en la ACB, el primer partido de la era Katsikaris sufre el peso de la iniciación baskonista.
«Hay que agradecer a la afición por el ambiente y por su esfuerzo. A ver si pueden seguir la línea de este partido a partir de ahora», declaraba Fotis Katsikaris en su rueda de prensa tras el derbi ante el Caja Laboral Baskonia.
Y es que los casi 12.000 espectadores que abarrotaron el Bizkaia Arena protagonizaron un bonito ensayo de lo que será su duelo de la Copa. Huelga decir que la afición local se hizo notar más que la baskonista, sobre todo durante la remontada local del tercer cuarto, y que tuvo su momento álgido cuando Mumbrú adelantaba a los hombres de negro. A los baskonistas, por su parte, bien se les pudo escuchar cuando entonaron su clásico «¡Oh mamá!, Enamorado estoy del equipo del Baskonia», después de que la conexión brasileña Huertas-Splitter -con la colaboración de Teletovic- decidía el encuentro.
Ya en la sala de prensa, sorprendió ver a un Dusko Ivanovic extrañamente satisfecho con el juego de su equipo. El montenegrino declaraba que su equipo había realizado «un partido serio, con muy buena defensa y acierto». Ni siquiera la pérdida de la ventaja en el tercer período, fruto de un «bajón de concentración, unido a la calidad del rival», turbó su buen semblante, ya que apostilló que los suyos reaccionaron «desde la defensa, logrando canastas fáciles». Sobre su rival estuvo seguro que «mejorará según pasen los partidos».
Mientras, Katsikaris dijo tener «emociones mixtas». Declaró que «demostramos carácter. En ataque nos falta corregir detalles, pero en defensa podemos mejorar mucho». A. G.