Deutsche Bank propone cambiar la deuda pública española por la irlandesa
La situación económica del Estado español, destino turístico preferido para miles de alemanes, preocupa a las instituciones y medios de aquel país, que incluso ven a Madrid al borde de la quiebra. Un analista de Deutsche Bank ha llegado a recomendar que se venda la deuda pública española.
Ingo NIEBEL
Sin un duro en el Mediterráneo» es el título principal de una de las últimas ediciones del semanario alemán Die Zeit. El subtítulo aclara de qué países está hablando el rotativo de los lectores centroliberales: «Grecia, España, Italia. ¿Qué va a pasar si nuestros países preferidos entran en problemas de pago?». El artículo llama la atención por dos razones: primero, porque hasta ahora los rotativos alemanes han tratado los problemas financiera del Estado español en sus secciones de Economía y no en primera página, por lo menos no de esta forma llamativa. Segundo, la información del Zeit forma parte de una serie de artículos, aparecidos en otros medios alemanes, que se muestran muy contrarios a la política económica que el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, quiere realizar durante su presidencia de la UE.
El Estado español es, en muchos sentidos, una especie de paraíso para los alemanes. Al Mediterráneo van o para pasar las vacaciones o para buscarse una casa donde querrán pasar su jubilación. En 2008 el turismo alemán dejó 7 mil millones de euros en tierras hispanas. Muchos turistas están mirando ahora los catálogos para pescar una buena ofertade cara a las vacaciones de verano. El duro invierno invita a ello, pero el chorro de agua fría viene desde las lineas del Zeit: «Lo que nadie desea es estar de viaje en país extranjero y no poder volver más a casa porque los aeropuertos están cerrados dado que el caos reina». Esta visión poco agradable, que hasta ahora ha sido sólo una realidad para los viajeros de líneas aéreas declaradas en bancarrota, el rotativo liberal lo relaciona, por un lado con la difícil situación financiera de Grecia, y por el otro, con el hecho de que todos los países están entrelazados por el sistema de bancos y créditos.
El país heleno mintió a la UE sobre su estado económico y los 300 mil millones de euros de deudas que, según su ministro de Hacienda, lo han llevado «al estado de excepción». Italia, por su parte, ha contraído una deuda pública de 1.700 mil millones de euros. Sobre la del Estado español, el Zeit no ofrece datos concretos, sólo una clase de historia: «En el siglo XIX España estuvo nueve veces en quiebra».
En primavera de 2009 la deuda pública española rondaba los 389 mil millones de euros, ahora podría estar en 500 mil millones. El semanario alemán subraya que una quiebra de Grecia podría convertirse en un efecto dómino tanto para los españoles como para los alemanes e italianos, porque los bancos germanos han prestado 38 mil millones de euros a los griegos, 191 mil millones a los españoles y 202 mil millones a los italianos. Entre los deudores se encuentran empresas, familias e instituciones públicas.
Que el hipotético peligro que esboza el Zeit no es producto de la viva fantasía de unos periodistas centroeuropeos lo demuestra la realidad en La Bolsa. El 18 de enero de 2010, el servicio de información bursátil Bloomberg divulgó la recomendación del analista londinense Abhisek Singhania, del Deutsche Bank, para que se vendiera la deuda pública española por la de Irlanda porque incluso si en la Isla Verde «la demanda no se recupera y la consolidación fiscal limita los gastos del Gobierno, la economía irlandesa podría seguir creciendo, al contrario que la española». El capital siempre va a dónde está el beneficio seguro.
Aumento de la deuda pública
Por eso existen las agencias de Rating, que dan notas sobre el grado de confianza que un ente deudor expira. Hace poco la agencia Standard & Poor's (S&P) bajó Grecia al «BBB+», la peor nota para un estado de la zona euro. A principios del 2009 S&P le cambió a Madrid la mejor nota, el AAA, por la inferior AA+. Respecto a 2010 acaba de pronosticar un aumento de la deuda pública al 60% del PIB en medio de una coyuntura más débil que en los demás países de la UE. El Gobierno de Zapatero calcula que la deuda alcanzará el 55% dePIB.
El Zeit recuerda que en otros tiempos una solución a corto plazo hubiera sido la devaluación de la peseta, pero esto ya no es posible porque el Estado español forma parte de la zona euro. Sin embargo, la crisis de los estados mediterráneos podría suponer su final. Esta opción se refleja en la constante caída que la moneda europea vive desde hace seis meses, situándose en mínimos frente al dólar en mucho tiempo. El medio alemán no descarta que Berlín esté preparando un plan de rescate para Atenas. Al mismo tiempo, pone sobre la mesa el tema sobre una mayor intervención de la UE en los estados para evitar este tipo de situaciones.
Algo parecido lo propuso el Ejecutivo español al inicio de su presidencia y cosechó duras críticas desde Berlín. El ministro de Economía, el liberal Rainer Brüderle, consideró como «no sensata» la propuesta de Zapatero de crear sanciones contra países que no reforman su economía. Acto seguido Madrid metió marcha atrás. El conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ), órgano de la Banca y de la Gran Industría, habló de la «idea descabellada de Zapatero». El «Financial Times Deutschland» siguió en esta línea, considerando las propuestas españoles como «inmaduras». Cara a la Cumbre Económica de la UE en febrero la Federación de los Economistas Alemanes instó al Gobierno de Berlín a que dijera no «a cualquier accionismo» apostando por una salida del endeudamiento público.